Crimen y Corrupción
12 ciudades gobernadas por demócratas batieron récord anual de homicidios en 2021
Las ciudades en cuestión fueron muy receptivas al movimiento Black Lives Matter impulsado por los progresistas en 2020
Diciembre 13, 2021 10:36pm
Updated: Diciembre 14, 2021 12:17pm
Doce ciudades estadounidenses batieron sus récords anuales de homicidios en 2021. Todas ellas son gobernadas por miembros del Partido Demócrata.
Filadelfia encabeza la lista, tras superar los 500 asesinatos hasta el 26 de noviembre, lo cual se ubica por encima de las cifras del año pasado a falta de un mes para terminar el año. La última vez que se registraron tantos asesinatos en la Ciudad del Amor Fraterno fue en 1990.
Los cinco primeros puestos los completan las ciudades de Indianápolis (Indiana), con 246 muertos; Columbus (Ohio), 179; Louisville (Kentucky), con 175 y Baton Rouge (Luisiana), con 137.
Filadelfia, con una población de aproximadamente 1,5 millones de habitantes, alcanzó los 521 homicidios hasta el 6 de diciembre, lo que supone un aumento del 13% respecto al año anterior. En comparación, Nueva York, con más de 8 millones de habitantes, suma 443 homicidios hasta el 5 de diciembre.
Otras urbes en la lista son: Albuquerque (Nuevo México), con 82 asesinatos; Tucson (Arizona), con 80, Portland (Oregón), con 72; Rochester (Nueva York), con 71; Toledo (Ohio), con 62; Austin (Texas), 60 y St. Paul (Minnesota), con 35.
A pesar de que estas ciudades registran los mayores aumentos en las tasas de homicidio, Chicago se mantiene como la ciudad con el mayor total de homicidios del año, con 739 hasta finales de noviembre.
Un análisis publicado por ABC News sugiere que "no hay una respuesta clara" para explicar los asesinatos récord de estas ciudades. No obstante, el informe no menciona que todas las ciudades mencionadas son gobernadas por demócratas, además de que fueron desproporcionadamente receptivas al movimiento Black Lives Matter y desfinanciar a la policía, ambos impulsados por los progresistas en 2020.
Las políticas para reducir el gasto público en la policía contribuyeron al aumento de la delincuencia, argumentan varios críticos, entre ellos el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott. Aunque los expertos sugieren que hay una serie de factores que contribuyen a que la gente asesine, las pruebas sugieren que menos policías en la calle llevaron a que estas ciudades fueran menos seguras.
En Filadelfia, por ejemplo, el Ayuntamiento votó en junio de 2020 un recorte de 33 millones de dólares en la financiación del departamento de policía.
"Además de aprobar el presupuesto con reducciones en el gasto de la policía, revirtiendo años de aumentos anuales del presupuesto de la policía, el Consejo votó para aprobar tres proyectos de ley de reforma significativos que se ocupan del departamento de policía de varias maneras", anunció el consejo.
Diecisiete meses después, la ciudad registró el mayor número de asesinatos desde 1990.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Rochester votó en junio de 2020 a favor de recortar la financiación del departamento de policía en 3,6 millones de dólares, o el 3,7% de su presupuesto. También recortó la cifra de aspirantes a la escuela de policía de Rochester en un 50%, y en su lugar gastó 130,000 dólares para contratar a dos administradores de la ciudad de la comunidad, los cuales no pueden luchar contra el crimen. Tres meses después, todo el personal de mando del departamento de policía se retiró.
Después de que la ciudad de unos 200.000 habitantes rompió su récord de homicidios, registrado hace 30 años, el capitán de policía Frank Umbrino comentó: "Estamos muy frustrados. Esto tiene que parar. Últimamente es peor que una zona de guerra por aquí".
En Austin, la delincuencia se disparó después de que el Ayuntamiento, controlado por los demócratas, recortara el presupuesto del departamento de policía en 150 millones de dólares en mayo. La falta de apoyo del alcalde y del Ayuntamiento hizo que el departamento perdiera entre 15 y 20 agentes al mes, al tiempo que limitó su capacidad para formar a nuevos reclutas debido al cierre de las academias de policía.
Diecisiete meses después, el Departamento de Policía de Austin anunció que ya no podía responder en persona a las llamadas no urgentes al 911 debido a la escasez de personal.
Ahora, cuando los conductores se ven envueltos en accidentes de coche en Austin sin reportar lesiones, el 911 no envia a un oficial. En su lugar, los accidentados deben llamar al 311 para presentar un informe policial no urgente.
Lo mismo ocurre con las víctimas de robos. Si el robo no está en curso o el sospechoso huyó de la escena del crímen, las víctimas deben llamar al 311 para presentar un informe policial no urgente.
Save Austin Now, un grupo de defensa bipartidista que apoyó una medida electoral para restablecer la financiación de la policía, lamentó que los votantes sucumbieran a una campaña de desinformación financiada por dinero externo, así como por los sindicatos, quienes afirmaron que si la medida se aprobaba, se recortarían otros servicios. La medida fue rechazada a principios de este año.
Con más agentes que renuncian y se jubilan, además de no sumar nuevos reclutas para reemplazarlos, el APD proyecta que tendrá al menos 235 vacantes para mayo de 2022 y 340 para mayo de 2023.
Para responder a la crisis, la Legislatura de Texas, dirigida por los republicanos, aprobó proyectos de ley firmados por el gobernador Abbott a fin de evitar que otras ciudades hagan lo mismo que Austin. La primera ley, la cual ya entró en vigor, penaliza a las ciudades que desfinancian sus departamentos de policía.
A las urbes con más de 250,000 habitantes y que pretendan desfinanciar sus departamentos de policía se les congelarán los ingresos por impuestos sobre la propiedad. El estado también podría retener los impuestos sobre las ventas recaudados por una ciudad que reduzca los presupuestos destinados a su policía. En su lugar, el dinero iría al Departamento de Seguridad Pública de Texas para compensar el aumento de los costos en que incurre el estado para proteger a los residentes vulnerables de un municipio sin esos recursos.
Otra nueva ley restringe a los condados la posibilidad de desfinanciar los departamentos de policía. Aquellos con una población de más de un 1,000,000 de habitantes necesitarán la aprobación de los votantes para reducir los presupuestos de las fuerzas del orden. Si no se recibe la aprobación de los votantes, pero el condado decide quitar recursos a la policía, los ingresos del impuesto sobre la propiedad del condado serían congelados por el estado en virtud de la nueva ley.
"En Texas no damos la espalda a nuestros agentes de la ley. Texas es un estado de ley y orden, y vamos a asegurarnos de que siga siendo así. Desfinanciar a la policía es una imprudencia. Pone en peligro la vida de las personas en las comunidades de todo el estado. No podemos y no vamos a permitir que ciudades como Austin desfinancien a la policía", advirtió Abbott.