Economía
11 mitos sobre presupuestos que dañan tus finanzas
Un presupuesto no es una restricción, sino una herramienta que te permite tomar el control de tus finanzas, alcanzar tus metas económicas y construir una vida financiera más estable y segura
Agosto 28, 2024 7:06pm
Updated: Agosto 28, 2024 7:06pm
Elaborar un presupuesto es una de las prácticas financieras más recomendadas para gestionar los ingresos y gastos de manera efectiva. Sin embargo, muchas personas evitan crear un presupuesto debido a creencias erróneas o mitos que les impiden aprovechar esta herramienta tan poderosa.
Estos mitos no solo frenan su progreso financiero, sino que también les impiden alcanzar metas como la eliminación de deudas, el ahorro para emergencias o la inversión para el futuro. Estos son 11 mitos comunes sobre los presupuestos que podrían estar frenando tu éxito financiero, y te explicaremos cómo superarlos.
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¿Qué es un presupuesto?
Un presupuesto es una estimación de los ingresos y gastos planificados para un período futuro específico. Se utiliza en diversos contextos, desde gobiernos y empresas hasta hogares e individuos, sin importar el nivel de ingresos. Un presupuesto es esencial para garantizar que los recursos financieros se utilicen de la manera más eficiente posible.
Para entender mejor cómo funciona un presupuesto, primero examinemos cómo se desarrolla uno en el contexto corporativo. El proceso comienza con el establecimiento de supuestos sobre las tendencias de ventas, costos y la perspectiva económica general del mercado o sector en el que opera la empresa. Estos factores influyen en las proyecciones de ingresos y gastos.
Una vez que se han establecido estos supuestos, se desarrolla un presupuesto que incluye todos los aspectos de la operación corporativa: desde los presupuestos de ventas y marketing hasta los presupuestos de materiales, mano de obra y gastos generales. Estos se combinan en un presupuesto maestro que es revisado por la alta dirección y aprobado por el consejo de administración.
Tipos de presupuestos
Existen dos tipos principales de presupuestos: el presupuesto estático y el presupuesto flexible. Un presupuesto estático se mantiene sin cambios durante todo el período, independientemente de las variaciones que puedan ocurrir en la realidad. Por otro lado, un presupuesto flexible se ajusta en función de variables externas, como los niveles de ventas o producción.
Ambos tipos de presupuestos tienen su utilidad. Mientras que el presupuesto estático permite evaluar la efectividad del proceso presupuestario original, el presupuesto flexible ofrece una visión más detallada del rendimiento operativo de la empresa.
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¿Cómo elaborar un presupuesto de personal?
Los presupuestos no son exclusivos de las corporaciones; también son herramientas fundamentales para individuos y familias. La creación de un presupuesto personal no solo es útil para quienes deben controlar de cerca su flujo de efectivo, sino que también puede beneficiar a personas con ingresos más altos que buscan maximizar sus ahorros e inversiones.
Para gestionar tus gastos mensuales, prepararte para imprevistos y permitirte adquirir bienes o servicios importantes sin endeudarte, un presupuesto es esencial.
Llevar un control de tus ingresos y gastos no requiere ser un experto en matemáticas, y no significa que debas renunciar a comprar lo que deseas. Más bien, te proporciona un control sobre dónde va tu dinero, lo que te da una mayor confianza y éxito financiero.
El proceso para crear un presupuesto personal puede variar según la situación financiera y los objetivos de cada individuo. Sin embargo, la metodología general es aplicable en la mayoría de los casos:
- Suma todos tus ingresos: Incluye todas las fuentes de ingresos, como salarios, propinas, pagos de seguridad social, pensiones alimenticias y rentas de inversiones.
- Calcula tus gastos: Incluye los gastos fijos mensuales, como el alquiler o la hipoteca, alimentos, transporte, seguros y servicios públicos.
- Identifica los pagos de deuda: Incluye los pagos mínimos de préstamos y tarjetas de crédito. Resta estos pagos de tus ingresos.
- Revisa tus gastos: Lleva un registro detallado de cada dólar que gastas para identificar tus verdaderos gastos. Guarda tus recibos y anota gastos adicionales que no hayas presupuestado.
- Crea un plan de gastos: El ingreso que te queda después de restar los gastos necesarios es lo que puedes gastar en gastos discrecionales, como entretenimiento o ahorro para emergencias.
- Establece metas financieras: Define metas realistas, como ahorrar dinero, pagar deudas o dejar de gastar más de lo que ganas. Ajusta estas metas según sea necesario.
- Ajusta cada mes: Evalúa tu presupuesto mensualmente y haz los ajustes necesarios para asegurarte de que estás avanzando hacia tus metas.
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11 mitos sobre la elaboración de presupuestos
Ahora que entendemos lo esencial sobre los presupuestos, abordemos los mitos que podrían estar impidiéndote aprovechar al máximo esta herramienta financiera.
Mito 1: No necesito un presupuesto
Muchas personas creen que solo necesitan un presupuesto si tienen dificultades económicas. Sin embargo, independientemente de tus ingresos, un presupuesto puede ayudarte a maximizar tus ahorros e inversiones, identificar gastos innecesarios y asegurar que tu dinero se utilice de manera eficiente.
Mito 2: No soy bueno en matemáticas
Elaborar un presupuesto no requiere habilidades avanzadas en matemáticas. Hoy en día, existen programas de software de presupuestos que hacen los cálculos por ti. Incluso si prefieres hacer tu presupuesto manualmente, solo necesitas la habilidad básica de sumar y restar.
Mito 3: Mi trabajo es seguro
Nadie tiene garantizado su empleo. Cualquier persona puede enfrentar un despido inesperado debido a cambios económicos o reestructuraciones. Tener un presupuesto te ayuda a estar preparado para estas situaciones, asegurándote de que tienes ahorros suficientes para cubrir tus gastos mientras encuentras un nuevo empleo.
Mito 4: El seguro de desempleo me ayudará
Contar con el seguro de desempleo no es suficiente. Los beneficios pueden ser menores de lo que necesitas para cubrir tus gastos mensuales, y no siempre es fácil calificar para recibirlos. Un presupuesto te ayuda a planificar y ahorrar para emergencias, dándote una mayor estabilidad financiera.
Mito 5: No quiero privarme de nada
Presupuestar no significa privarte de todo lo que te gusta. Significa asegurarte de que puedes gastar en lo que necesitas y ahorrar un poco cada mes. Al menos, el presupuesto te asegura que no estás gastando más de lo que ganas, permitiéndote disfrutar de tus compras sin culpa.
Mito 6: No quiero nada grande
Incluso si no tienes metas de ahorro importantes ahora, tu situación y tus necesidades podrían cambiar. Por ejemplo, podrías necesitar más espacio en tu hogar si tu familia crece. Un presupuesto te ayuda a estar preparado para estos cambios inesperados en el futuro.
Mito 7: No calificaré para ayuda financiera estudiantil
Algunas personas creen que tener ahorros les impedirá calificar para la ayuda financiera estudiantil. Sin embargo, el valor de tu residencia principal y tus cuentas de jubilación generalmente no se consideran al evaluar la elegibilidad para ayudas como los préstamos Stafford o las becas Pell.
Mito 8: Estoy libre de deudas
Estar libre de deudas es un gran logro, pero sin ahorros, podrías enfrentar dificultades si surge una emergencia. Un presupuesto te ayuda a crear un fondo de emergencia para mantenerte a salvo en tiempos difíciles.
Mito 9: Siempre obtengo un aumento o un reembolso de impuestos
No es prudente contar con ingresos adicionales que no están garantizados. Los aumentos salariales y los reembolsos de impuestos pueden variar de año en año. Un presupuesto te ayuda a administrar tus finanzas con lo que tienes ahora, sin depender de ingresos inciertos.
Mito 10: No tengo disciplina
Si te cuesta seguir un presupuesto, puedes automatizar tus ahorros. Programa transferencias automáticas a una cuenta de ahorros separada o contribuye regularmente a un plan de jubilación. De esta manera, te aseguras de ahorrar sin depender de tu fuerza de voluntad.
Mito 11: Es un lujo cuando apenas tengo para lo esencial
Incluso si tus recursos son limitados, un presupuesto te ayuda a manejar mejor tus finanzas. Además, existen programas gubernamentales que pueden ayudarte a estirar tu presupuesto, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).