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Josef Fritzl, el “monstruo de Austria” que secuestró y violó a su hija durante 24 años
Durante 24 años, Josef Fritzl torturó y violó a su hija, a quien había encerrado en un sótano y con quien tuvo 7 hijos
Enero 23, 2024 11:16am
Updated: Enero 23, 2024 12:42pm
El 19 de marzo de 2009 Josef Fritzl fue condenado a cadena perpetua por secuestrar y abusar sexualmente de su hija Elisabeth Fritzl durante 24 años, lo que le ganó el apodo de “El monstruo de Austria”.
Ahora, el austríaco que dejó al mundo en shock cuando se supo de su historia, en 2008, podría salir de la prisión de máxima seguridad en la que está encerrado, ya que los médicos consideran que sufre demencia y que no es ningún peligro, además de que ya tiene 88 años, según la emisora pública austríaca ORF.
La pesadilla de Elisabeth comenzó el 28 de agosto de 1977, cuando solo tenía 11 años. Ese día su padre la drogó y la encerró en el sótano, en uno de los más de dos millones de refugios antiatómicos; allí vivió la menor durante 24 años. Nadie se podía acercar al sótano, incluida su esposa, Rosemarie.
En ese momento el hombre había dicho a la policía que su hija había desaparecido y que había dejado una carta -que él le obligó a escribir- en la que pedía que no la buscaran, así que los agentes cerraron el caso.
Elisabeth quedó embaraza por primera vez cuando tenía 14 años. En 1988 nació Kerstin. Dos años después Stefan. Ambos salieron del sótano donde crecieron cuando ya tenían 20 y 19 respectivamente.
En 1992, nació la tercera hija y Josef decidió quedársela, así que le contó a la policía que Elisabeth la había dejado abandonada en su puerta con una carta en la que pedía que se ocuparan de la bebé.
En 1993 nació la cuarta hija y Josef repitió la operación.
Dos años después Elizabeth dio luz a gemelos. Uno de ellos murió a los pocos días y Josef quemó el cadáver. En 1997 el gemelo sobreviviente apareció supuestamente abandonado en su puerta.
En 2002 nació el séptimo hijo, el cual se quedó en el sótano junto a dos de sus hermanos.
El despiadado juego se Josef acabó cuando Kerstin, el primero de los hijos, se enfermó y él decidió llevarla al médico. El centro de salud instó a localizar a la madre para conseguir pruebas genéticas y poder curar a Kerstin. El hombre inventó entonces que su hija Elisabeth había decidido volver.
Para ese entonces, Elisabeth ya tenía 42 años, aunque aparentaba unos 60. El 26 de abril, la familia decidió ir a visitar a Kerstin al hospital y el médico, Albert Reiter, sospechó que algo raro pasaba y llamó a la policía. A la salida, la pareja fue detenida. Elisabeth contó todo y fue puesta en libertad.
Josef confesó y fue llevado a la prisión de Santk Pölten, donde se le mantuvo incomunicado y vigilado las 24 horas del día. Los análisis de ADN confirmaron que era el padre de todos los hijos de Elisabeth.
Ahora podría salir en libertad, pues, según un nuevo informe psiquiátrico, ya no representaría un peligro para la sociedad, consignó el medio Daily Mail.
Heidi Kastner, una psiquiatra de la Universidad de Linz que formó parte del informe sobre el estado de salud de Josef, concluyó que es incapaz de hacer daño a otro debido a su débil condición física y a la demencia que padece a sus 88 años.
Una de las opciones que se maneja es que Josef sea enviado a una residencia de ancianos, sobre todo teniendo en cuenta que este año podrá optar por la libertad condicional.