Reunión urgente entre EEUU y México ante caos causado por inmigrantes ilegales en la frontera

En una reunión de urgencia en el Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se han reunido para abordar la creciente problemática del flujo migratorio, que recientemente llevó al cierre temporal de puertos fronterizos por parte de Estados Unidos.

La delegación estadounidense, liderada por Blinken, también sostuvo conversaciones con la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. Aunque el presidente López Obrador descartó que la reunión tuviera como objetivo principal solicitar un endurecimiento de los controles migratorios por parte de México, el hermetismo ha rodeado el encuentro y no se han hecho declaraciones públicas hasta el momento.

El presidente mexicano, en su conferencia de prensa matutina, destacó la importancia de que el Congreso estadounidense invierta en abordar las causas fundamentales de la migración en lugar de construir muros. No obstante, valoró positivamente la política migratoria del Gobierno de Joe Biden, que  ofrece visas de trabajo.

Estados Unidos busca la colaboración del Gobierno mexicano para gestionar el flujo migratorio y enfrentar el récord de personas que intentan llegar al país, especialmente ante las próximas elecciones presidenciales, en noviembre.

La canciller mexicana expresó optimismo antes de la reunión, mencionando que "va a estar muy bien, va a estar excelente", y resaltó las numerosas áreas de interés compartido entre ambas naciones.

La reunión se centra en temas migratorios, con énfasis en el repunte del flujo de personas procedentes de Centro y Suramérica, así como del Caribe, que buscan establecerse en Estados Unidos a través del territorio mexicano.

Este encuentro se produce en un momento crucial, ya que diciembre registra cifras históricas de personas que buscan ingresar a Estados Unidos desde la frontera con México. La caravana migrante actual, con casi 10 000 personas, es la más numerosa del año y avanza exigiendo medidas y acuerdos para facilitar su tránsito hacia Estados Unidos.

La delegación mexicana incluye a altos funcionarios como los secretarios de Defensa Nacional y Marina, así como a representantes de diversas áreas del Gobierno. Por parte de Estados Unidos, la delegación está formada por el secretario de Seguridad Nacional, la asesora presidencial de Seguridad Nacional y el embajador estadounidense en México, entre otros.