Cuba: el dólar y el euro por las nubes mientras el peso cubano se devalúa a toda velocidad

El peso cubano se devalúa a una velocidad alarmante, mientras que el precio de las monedas fuertes adquiere valores nunca antes vistos desde que la dictadura cubana se viera obligada a despenalizar la posesión y uso del dólar en los años 90 del siglo XX.

Según la revista digital El Toque, el dólar alcanzó precios de compra que oscilaron entre los 245 y los 250 pesos en las últimas 24 horas, mientras que el euro osciló entre los 251 y los 255 pesos.

Es 15/08/2023 y estas son nuestras tasas del:
► mercado informal de divisas 🇨🇺 (IMÁGENES 1 y 2)
► mercado de criptomonedas 🇨🇺 (IMAGEN 3)

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— El Toque (@eltoquecom) August 15, 2023

Estos valores representan un nuevo récord histórico para el cambio de estas monedas en el mercado informal cubano, lo que evidencia aún más la gravísima crisis económica en la que se hunde la isla caribeña. Una crisis que se manifiesta en la baja producción y productividad económica, pero que se agrava por las pésimas decisiones macroeconómicas de la dictadura.

La crisis financiera parece ser infinita, y es que luego de décadas del Frankestein monetario donde el país tuvo tres monedas circulando como monedas de cambio en el mercado, con el peso, el dólar y el CUC, ahora, tras la eliminación del CUC, el problema monetario se ha agravado, pues, en vez de tres, existen cuatro: el dólar, el euro, el peso y el MLC, que este martes amaneció en 215 pesos.

El dólar y el euro son quienes definen la escala real de precios en el mercado; el peso es la moneda en la que se les paga a los trabajadores; mientras que el MLC es una moneda virtual usada para hacer compras en las tiendas en divisas, donde el gobierno vende los insumos fuera del alcance de la mayoría de la población, que se tiene que resignar a la reducida oferta del mercado racionado que distribuye el estado.

El precio de las divisas ha mantenido una espiral ascendente desde hace casi dos meses, con lo cual ha disminuido aún más el poder adquisitivo de los cubanos, cuyos deprimidos salarios no cubren las necesidades básicas ni siquiera por una semana.

A toda esta problemática se suma que el gobierno se enfrenta a una crisis de efectivo. No tienen dinero ni para pagar los salarios de los trabajadores, quienes, encima de que sus salarios son pírricos, ni siquiera pueden acceder a ellos en los cajeros automáticos del país. Esto ha obligado al gobierno a plantearse una especie de corralito bancario al que han llamado “bancarización de las transacciones”, que en la práctica significa que no se pueden retirar de las cuentas bancarias más de 5 mil pesos diarios.

El gobierno no tiene efectivo, no tiene liquidez ni en su propia moneda, y tampoco puede imprimir moneda, que de por sí vale casi nada, por lo que busca reducir el uso de efectivo ante la imposibilidad de recoger el efectivo circulante con un aumento de precios, pues ya la inflación galopante es insostenible para el ciudadano común.

Por otra parte, "la sabiduría natural" del mercado parece reaccionar a las fallidas medidas del gobierno creando un nuevo negocio en el mercado monetario informal: la venta de efectivo en pesos.