Grecia revitaliza su economía: reformas laborales impulsan la creación de empleo

El gobierno presidido por el Primer Ministro Kyriakos Mitsotakis ha puesto en marcha un ambicioso programa de reformas para flexibilizar la legislación laboral en Grecia, y los resultados obtenidos hasta ahora son cada vez más alentadores.

El Servicio Nacional de Estadística griego confirmó que la tasa de empleo ha alcanzado el 88,7% de la población objetivo, según la metodología del organismo. Este nivel es el más alto registrado desde el primer trimestre de 2010, lo que indica que el país está en vías de recuperarse del impacto de la crisis económica internacional de 2008.

Desde la puesta en marcha de la reforma laboral en junio de 2021, se han creado un total de 399.309 empleos formales, una cifra significativa teniendo en cuenta el tamaño de la población griega.

Además, la tasa de desempleo abierto se situó en el 11,2% a finales de abril, lo que representa una reducción considerable de casi 4 puntos porcentuales desde junio de 2021. De nuevo, se trata de la cifra más baja registrada desde enero de 2010.

La tasa de paro de larga duración, una de las secuelas más dolorosas de la crisis internacional, se ha reducido a un solo dígito a partir del tercer trimestre de 2021, y en diciembre de 2022 se situaba en el 7,4% de la población activa, alcanzando este nivel por primera vez en 10 años. Esta tasa se refiere a las personas que han estado buscando activamente empleo durante un periodo de 12 meses o más, sin éxito.

En cuanto a la tasa de desempleo juvenil (para el grupo de edad de 15 a 24 años), se situó en el 27,4% en abril de 2023, volviendo así a los niveles observados a principios de 2010. De hecho, el nivel de desempleo en este segmento del mercado laboral se sitúa en un rango similar al anterior a la crisis de 2008, aunque sigue siendo significativamente alto en comparación con la media de la UE.

La reforma liderada por Mitsotakis ha establecido un nuevo marco normativo que amplía las modalidades flexibles de contratación, teniendo en cuenta especialmente los intereses de los jóvenes y de las personas más afectadas por el desempleo de larga duración, que necesitan urgentemente integrarse en el mercado laboral.

Sin embargo, la flexibilidad no se ha limitado sólo al ámbito laboral, ya que el Gobierno también ha promovido una reducción de las cargas patronales, del 24,81% al 22,54% para los empresarios, y del 15,75% al 14,12% en las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo de los trabajadores. Estas medidas han fomentado activamente la contratación formal y han aumentado el poder adquisitivo de los salarios netos.

Además, se ha promovido activamente la descentralización de la negociación colectiva y se ha aumentado el límite legal de la jornada laboral de 8 a 10 horas diarias, aunque se ha mantenido el límite semanal de 40 horas.