El fracaso de Gustavo Petro en su apuesta por la paz total

En su intento por lograr la paz total en Colombia, el presidente Gustavo Petro se ha enfrentado a un duro revés. Su propuesta de un alto el fuego bilateral con los grupos armados ha generado controversia y escepticismo entre la población.

Desde el anuncio del alto el fuego, el pasado 31 de diciembre, la situación se ha complicado. El grupo armado del Ejercito de liberación Nacional (ELN) desmintió públicamente Petro días despúes, afirmando que no fueron consultados sobre esta iniciativa y que no consideraban oportuno aceptarla en ese momento. Esta negativa generó dudas sobre la voluntad real de los grupos armados de buscar la paz.

Ante la negativa del ELN, Petro se vio obligado a dar marcha atrás en su decisión y ordenar la activación de operaciones militares contra este grupo en todo el país. Sin embargo, las disidencias de las FARC decidieron mantener el cese al fuego, lo que ha generado aún más tensiones y divisiones en el proceso de paz.

A pesar de los esfuerzos del presidente Petro, la violencia no ha cesado. En el último mes se han producido asesinatos de líderes sociales y varias masacres en el país, atribuidas a disidentes de las FARC y a grupos paramilitares. Estos actos de violencia han puesto en entredicho la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad y la paz en Colombia.

Las críticas a Petro y a su estrategia no se han hecho esperar. Los disidentes de las FARC han acusado al presidente de romper el alto el fuego bilateral en algunas regiones y han denunciado supuestas alianzas con fuerzas militares extranjeras. La confianza en el liderazgo de Petro se ha visto seriamente cuestionada, dejando en entredicho su capacidad para recuperar la paz en el país.

La apuesta de Petro por la paz total en Colombia se ha desmoronado ante la realidad de la violencia persistente y la falta de confianza de los grupos armados. El camino hacia la paz sigue siendo un reto arduo y complejo, y el futuro de Colombia se encuentra en una encrucijada.