Harry y William se ignoraron durante la coronación del rey Carlos III

Casi ocho meses después de que fueran vistos juntos y hablándose durante el funeral de la reina Isabel II, ahora las cosas fueron totalmente distintas para Harry y William, quienes durante la coronación del rey Carlos III no se dirigieron la palabra ni interactuaron a pesar de estar a unos cuantos metros de distancia.

Mientras que el príncipe de Gales, su esposa Kate Middleton y sus hijos menores, Charlotte y Louis, ocuparon la primera fila en las bancas de la Abadía de Westminster, donde el sábado se llevó a cabo la ceremonia de entronización del papá de ambos, Harry estuvo relegado a la tercera fila, junto con sus primas, las princesas Beatriz y Eugenia y los esposos de éstas y, desde ahí, fue captado lanzando alguna mirada furtiva en dirección de la familia de su hermano mayor; pero nada más.

La actitud fría y distante entre los príncipes corroboró las versiones dadas a conocer por People acerca de que los hermanos no se han hablado y tampoco se reunieron cuando en marzo pasado Harry acudió a una audiencia, en Londres, por el juicio que entabló en contra de Associated Newspapers.

La presencia solitaria del príncipe Harry durante la coronación de su papá, el rey Carlos III, hizo más evidente que las heridas de familia están más abiertas que nunca, después de que el duque de Sussex publicara su libro de memorias "Spare: En la sombra" y, con ello, compartiera con el mundo distintas anécdotas que dejaban ver, en especial, un lado “poco amable” de su hermano el William, príncipe de Gales, con quien habría llegado a los golpes tras una discusión en la que se habló de la hoy esposa de Harry, Meghan Markle.

People recordó una entrevista que Harry, de 38 años, dio a ITV en enero, durante la gira de promoción de su autobiografía, en la que dejó ver cierta apertura para hablar con su familia antes de que llegara el día de la coronación pero ahora queda claro que la situación entre el hijo menor del rey Carlos III y la Familia Real británica está más tensa que nunca.

Tanto William como Harry cumplieron con el protocolo durante la coronación de su papá, pero no hubo ningún hecho que indicara que tuvieran siquiera la intención de acercarse el uno al otro.

El príncipe de Gales vistió uniforme militar de gala y, junto con su esposa Kate Middleton y sus hijos, tuvieron un lugar primordial en la ceremonia (el príncipe George fue uno de los pajes que cargó la capa de su abuelo, junto con otros tres niños). En este sentido, William fue el encargado de hacer un juramento de lealtad al rey a nombre de la Familia Real y de la aristocracia británica, además de “tomar notas” sobre el rito para cuando llegue el momento y sea él quien se siente en el trono de San Eduardo para ser coronado rey.

Por su parte, Harry cumplió con lo prometido: asistió para ser testigo de la coronación de Carlos, fue vestido de civil con un traje de la casa Dior, portó sus insignias militares, pero se limitó a ocupar el lugar de uno más de los dos mil 200 invitados que estuvieron presentes en la Abadía de Westminster y, al finalizar la ceremonia, salió del lugar para dirigirse directamente a su casa en California donde lo esperaban su esposa, Meghan Markle, y sus hijos, Archie y Lilibeth, para celebrar el cumpleaños número cuatro de su primogénito, razón principal por la que su esposa habría preferido quedarse en casa con sus hijos y no acudir a la coronación.