Mueren 9 soldados colombianos en ataque de guerrilla ELN antes de reiniciar en Cuba diálogos de paz

Nueve militares murieron y otros ocho resultaron heridos este miércoles en un ataque del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Catatumbo, al noreste de Colombia. El atentado se produjo mientras se celebraban conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y el grupo rebelde en Venezuela, México y muy pronto en Cuba. 

Tras el ataque, con explosivos y ráfagas de fusiles, uno de los más graves de los últimos meses, el presidente colombiano, Gustavo Petro, que restableció las negociaciones de paz con el grupo armado en Venezuela en noviembre, llamó a consultas a la delegación gubernamental que negocia con el ELN.

El ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, calificó el atentado de "muy grave" y dirigentes políticos y congresistas pidieron la suspensión de las negociaciones con el ELN.

No ha habido reacción pública del grupo rebelde después del ataque y la decisión del mandatario colombiano. 

La guerrilla colombiana es acusado de financiarse mediante el narcotráfico y es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

El gobierno colombiano y el ELN concluyeron su segunda ronda de conversaciones en México, avanzando hacia un posible alto el fuego bilateral. La tercera ronda de conversaciones se instalaría en los próximos días en La Habana, junto con otros países garantes. 

El ministro del Interior, Alfonso Prada, afirmó este miércoles que siempre hay la posibilidad de frenar las conversaciones de paz cuando no hay condiciones, y la voluntad real de terminar el conflicto. 

Las negociaciones con la guerrilla comenzaron durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) en Ecuador, luego se trasladaron a Cuba y se suspendieron durante el mandato del expresidente Iván Duque (2018-2022), tras un ataque del grupo armado a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander. 

Duque exigió la liberación de los secuestrados y el cese de las actividades ilegales para reanudar las conversaciones, pero las posturas radicales, una cadena de mando difusa y las disidencias entre sus filas no permitieron avanzar en los diálogos.

En ese momento, el régimen cubano invocó normas internacionales y decidió no enviar a Colombia a los jefes guerrilleros solicitados en extradición, por lo que la Administración de Donald Trump ratificó en 2021 que el régimen cubano debía estar en la lista negra de Estados patrocinadores del terrorismo.

Desde que Petro llegó al poder, es evidente un acercamiento entre el Gobierno colombiano y la dictadura castrista. Incluso el presidente, exguerrillero del M-19, y la vicepresidenta, Francia Márquez, han rechazado la calificación de la isla caribeña como promotora del terrorismo.