Economía
Vulnerabilidad del sistema bancario obliga al rescate del banco Credit Suisse
La inminente quiebra del Credit Suisse, uno de los bancos más grandes, “hubiese tenido consecuencias irreparables” para Suiza y para el resto del mundo.
Marzo 20, 2023 3:20am
Updated: Marzo 20, 2023 4:21am
Si algo ha demostrado la reciente crisis financiera que desató la quiebra del Silicon Valley Bank, es que el sistema financiero está muy interconectado y es frágil, por lo que cualquier efecto mariposa lo puede derrumbar como castillo de naipes.
También ha demostrado que aunque el dólar sea la moneda fuerte del sistema financiero, no solo es la Reserva Federal de Estados Unidos quien controla cómo se mueve el mundo, sino que tanto la banca inglesa, la que para muchos es el verdadero poder que maneja los hilos de las finanzas mundiales, como la banca suiza, con su poderoso entramado bancario, deciden, al final, cómo se corta el pastel.
El mundo, de pronto, a pesar de los mensajes optimistas de Biden, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal en Estados Unidos, está al borde de la debacle financiera mundial por falta de liquidez de los bancos. Primero quebró el Silicon Valley Bank, en cuestión de días, a pesar de los mensajes políticos, fue el turno del Signature Bank.
No tardó mucho en que la crisis se extendiera a Europa, justo al corazón de la banca europea: Suiza. El caos amenazaba con derrumbar a muchas instituciones financieras en el mundo, porque el Credit Suisse estaba a punto de quebrar por problemas de liquidez. Y este banco es uno de los 30 grandes bancos del mundo, que pueden poner en peligro a todo el sistema bancario mundial. Fue entonces que el USB, otro de los grandes 30 bancos del mundo decidió intervenir y comprar el Credit Suisse, antes de que, en cuestión de días, quebrara.
La quiebra del Credit Suisse “hubiese tenido consecuencias irreparables” para Suiza y para el resto del mundo. Sin embargo esta compra no solucionaba la crisis. Se necesitaba evitar que los mercados reaccionaran a los nerviosismos de los inversores por las quiebras de Silicon Valley Bank y Signature Bank y por la compra del Credit Suisse por UBS en Europa.
Para impedir la inminete convulsión del sistema bancario mundial, la Reserva Federal, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional de Suiza dieron a conocer que facilitará un mayor acceso a las operaciones swap, para permitir que los bancos del mundo puedan obtener con mayor frecuencia financiación en dólares estadounidense. En vez de ser una vez a la semana a partir de ahora y hasta finales de abril serán diarias.
Las swap sirven de “malla de seguridad de la liquidez para reducir las tensiones sobre los mercados de financiamiento internacionales y reducir los efectos de dichas tensiones sobre la oferta de créditos a los hogares y a las empresas”, dijeron las instituciones.
Los mercados están temerosos debido a la palpable inminencia de una falta de liquidez debido a la demanda de dinero provocada porque las tasas de interés han sido elevadas como una de las medidas que viene tomando la Reserva Federal de Estados Unidos para tratar de reducir la la inflación. Y ante la expectativa de que sigan aumentando.
UBS pagará el equivalente a 3,230 millones de dólares para fusionarse con Credit Suisse, que era considerada la segunda entidad bancaria más importante de Suiza, pero que se encontraba debilitada por una sucesión de escándalos, litigios y malos resultados que le hicieron fácilmente vulnerable a las ondas de la crisis bancaria que estalló hace una semana en Estados Unidos.
Las autoridades suizas querían que la compra de acordara antes de la apertura de los mercados este lunes, porque de lo contrario el riesgp de una debacle se incrementaba.
Aunque las autoridades no lo han manejado así, la operación es, a todas luces, un rescate bancario del gobierno suizo, al estilo del que hizo EEUU durante la crisis financiera, pues el Gobierno suizo dio una garantía de 9,750 millones de dólares a UBS para reducir sus riesgos de pérdidas con Credit Suisse.
Además, el Banco Nacional de Suiza está respaldando la fusión dándoles a USB una liquidez de 100.000 millones más.
, celebraron el domingo la compra del banco Credit Suisse por parte del mayor banco suizo, UBS.
“Estamos satisfechos con los anuncios hechos hoy por las autoridades suizas para apoyar la estabilidad financiera”, dijeron en un comunicado la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell.
El gobierno británico elogió las medidas adoptadas por el gobierno de Suiza para “apoyar la estabilidad financiera”.
La prensa de izquierda y el propio gobierno de Biden se han apurado en culpa a Donald Trump de la crisis financiera. Lo culpan de haber quitado als regulaciones bancarias que cabaron con la economía de EEUU durante la era Obama, pero la verdad es que las causas de la crisis son otras.
El Silicon Valley Bank se fue a la quiebra porque hicieron una "arriegada apuesta para invertir efectivo", porque no tenían demanda de préstamos entre sus importantes clientes del mundo tecnológico, SVB decidió colocar la mayoría de ese efectivo en activos conservados hasta su vencimiento. La mayor parte de estos activos HTM estaban en activos como bonos del Tesoro y bonos hipotecarios. Al subir los tipos, el valor de estos activos se desplomó. Es decir, que entre la mala gestión del banco de su liquidez y la desastrosa gestión de la crisis económica de Biden y la Reserva Federal, quebraon al SVB.
Al final, como destaca Bussines Insider "fue una huida bancaria a la antigua usanza la que hizo que SVB se desplomara. Pero lo que le hizo especialmente vulnerable fue su decisión de invertir tanto dinero en valores mantenidos hasta su vencimiento en un periodo de tipos bajos récord".
Sin duda, la política económica de Joe Biden tiene gran responsabilidad en esta crisis, pues su estrategia de regalar dinero, por un lado, y su elevado gasto público con la ley de infraestructura, por otro, ha desbalanceado el mercado laboral, ha perjudicado el crecimiento económico, ha aumentado la deuda a niveles alarmantes, estancando el crecimiento y disparando la inflación.
Incluso Larry Flint, presidente Black Rock y magnate d ela bolsa de valores, ha culpado a la Reserva Federal de la quiebra de SVB y de la crisis. Ha dicho, inlcuso, que no descarta que venga una crisis de liquidez. Y nadie puede culpar a BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, con activos próximos a los 8,6 billones de dólares, de simpatizar con Trump, pues la empresa está detrás de muchas de las apuestas de la izquierda mundial, como es la agenda ecologista.
Fink asegura que desde la crisis financiera de 2008 los mercados han estado controlados por políticas fiscales y monetarias “extraordinariamente agresivas”.
Contrario a la que afirman el gobierno de Biden y la prensa izquierdista, Fink cree que los controles y el dinero barato han generado la inflación hasta niveles no vistos desde la década de los ochenta.
“Para luchar contra esta subida de los precios, la Reserva Federal ha subido en el último año los tipos de interés en casi 500 puntos básicos. Este es uno de los precios que debemos pagar por años de dinero barato y es la primera ficha del dominó en caer”, dijo Fink.
Fink dice: "Creo que puede haber desajustes de liquidez. Años de rebajas en los tipos de interés llevaron a los gestores de activos a incrementar su exposición en inversiones ilíquidas, sacrificando parte de la liquidez a cambio de mayores rentabilidades. Ahora hay un riesgo de liquidez para los propietarios de estos activos, especialmente en el caso de aquellos que estén más apalancados”. Pero aunque Fink pretende culpar a las tasas de interés bajas, pero en realidad la gestión bancaria y fundamentalemnte las políticas económicas que dispararon la inflación, son las responsables.
La política de la Reserva Federal de encarecer el costo del dinero subiendo las tasas de interés no ha logrado su propósito: la inflación se mantiene alta, la economía ha dado un frenazo brutal en el consumo, el mercado de bonos se ha desplomado, se han encarecido los precios de los alimentos y se han paralizado algunos de los motores económicos, como son la construcción de viviendas y la venta de autos.
Si la banca suiza e inglesa no presionan a la Reserva Federal para que cambie su política monetaria, es posible que veamos otros rescates bancarios en Europa y Estados Unidos.