Pinocho: una versión porno y otro centenar de adaptaciones del clásico

En 1940, Walt Disney estrenó Pinocho. Esta primera película del niño de madera buscaba repetir el éxito de Blancanieves, pero lamentablemente estalló la Segunda Guerra Mundial y no obtuvo en esos momentos los mismos resultados que su predecesora. No obstante, con el paso del tiempo, aquel Pinocho se convirtió en la adaptación canónica de la obra de Carlo Collodi.

Aunque la cinta tuvo muchas modificaciones destinadas a suavizar la crudeza de la historia original, el estudio de animación consiguió crear una iconografía que se ha repetido en versiones posteriores. “Es en gran parte gracias a Disney que el mito de Pinocho adquirió estatura universal. Las miles de versiones posteriores, incluidas las más recientes, serían quizá impensables sin ese antecedente”, comentó al medio EPE el escritor y ensayista argentino Pablo Maurette.

Es así que la historia de Pinocho resulta tan versátil que, a lo largo de este casi siglo y medio de historia, no ha tenido grandes dificultades para adaptarse al gusto del público, a los cambios políticos y los avances tecnológicos.

Aunque en la reciente versión dirigida por el cineasta mexicano Guillermo Del Toro (Ganadora del Oscar en la 95 edición de los Premios de la Academia), Pinocho se enfrenta al mismísimo Benito Mussolini, ya el fascismo italiano de los años 30 había recurrido al niño de madera para criticar al comunismo. Por su parte, la URSS presentó al personaje como un héroe proletario y, en lo que se refiere a España, la editorial Calleja creó nuevas aventuras en las que la marioneta era presentada como una especie de Quijote infantil.

 

 

 

 

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Pero no es todo: desde 1956, Pinocho cuenta con un parque temático en la Toscana, y es una figura omnipresente en cualquier tienda de suvenires italiana. También fue mascota de la Eurocopa de 1980 y ha inspirado todo tipo de obras, incluso en cine para adultos.

“Pinocho da para todo. Drama, comedia, terror. Hay incluso versiones porno del mito en las que Pinocho miente y lo que le crece no es precisamente la nariz”, concluye Maurette su comentario al medio sobre el fabuloso personaje.

Desde fotonovelas hasta ballets, pasando por radioteatros, telefilmes, videojuegos y cómics, entre los que destaca el realizado por el artista francés Winshluss, en el que Pepito Grillo es una cucaracha, Gepetto, un fabricante de armas, y Pinocho, un robot inmerso en un mundo globalizado.