Daniel Ortega pide liberar a Pedro Castillo y restituirlo como Presidente de Perú

El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió este martes durante un acto oficial la liberación del derrocado golpista Pedro Castillo, y su restitución como Presidente del país.

Durante un acto oficial en Managua, en el que entregó 150 autobuses donados por Rusia a empresarios del transporte público, Ortega dijo que Castillo fue destituido "por el odio de clases" que, a su juicio, existe en Perú.

Según la narración del líder de la izquierda centroamericana, Castillo estaba "tratando de buscar acuerdos allá, incluso despidiendo a compañeros del movimiento, del partido que lo había llevado a la presidencia, porque el Congreso estaba ordenando su destitución".

Ortega reprochó que la crisis ya haya cobrado la vida de más de 60 peruanos en las calles y envió su solidaridad "al pueblo peruano que está defendiendo, que él (Castillo) ocupe nuevamente la presidencia".

La nueva presidenta de Perú es Dina Boluarte, que asumió el cargo el pasado 7 de diciembre tras el fallido intento de golpe de Estado de Pedro Castillo.

Las manifestaciones contra la presidenta comenzaron en el sur del país nada más tomar posesión y se extendieron a casi todo el territorio, tras las primeras muertes causadas por la represión policial. 

Mientras tanto, Nicaragua atraviesa desde hace cuatro años una crisis política y social que se ha acentuado tras las polémicas elecciones del pasado noviembre en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.

El régimen de Ortega mantiene una persecución contra la Iglesia católica, habiendo expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, ilegalizado la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de la Madre Teresa de Calcuta, y cerrado varios medios de comunicación católicos, entre ellos el canal de televisión de la Conferencia Episcopal.

También encarceló a siete sacerdotes y dos colaboradores de la diócesis de Matagalpa, cerró nueve emisoras de radio católicas y retiró tres canales católicos de la programación televisiva por suscripción, e impidió procesiones y peregrinaciones. 

Además, el obispo Rolando Álvarez, acérrimo crítico de Ortega, se encuentra bajo arresto domiciliario desde agosto de 2022 y el 10 de enero un tribunal de Managua decidió que debía ser juzgado por supuesta conspiración y propagación de noticias falsas.