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Muere la leyenda del cine italiano, Gina Lollobrigida, a los 95 años

El mito del cine italiano trabajó con los grandes directores y actores de la época, aunque decidió alejarse paulatinamente del cine

Enero 16, 2023 9:32am

Updated: Enero 16, 2023 9:41am

Gina Lollobrigida falleció a los 95 años, según adelantó su familia este lunes en la mañana. Su sobrino nieto, el ministro de agricultura italiano Francesco Lollobrigida, tuiteó la noticia de su muerte y la llamó “una de las estrellas más brillantes de la cinematografía y la cultura italianas”.

Aunque en los últimos años el nombre de la actriz se acercó más a la política, el legado de su filmografía la sitúa como uno de los grandes símbolos del cine italiano y europeo de mitad del siglo XX. Se lleva consigo el éxito de papeles protagónicos en Salomón y la reina de Saba, Vida de perros o Buona Sera, Sra. Campbell.

Por su parte, Gina Lollobrigida fue uno de los grandes nombres de la Europa de posguerra cuya fama traspasó fronteras. Nacida en el seno de una familia obrera en la zona más pobre de Roma, conquistó el corazón de los italianos al quedar tercera en el concurso de belleza Miss Italia de 1947.

Aunque Lollobrigida saltó a la fama en los años 50 como sex symbol de la pantalla grande, terminó por alejarse del celuloide trabajando también como fotógrafa y escultora, ya en sus últimas décadas. Pero su nombre marca la lista de los tiempos dorados de Hollywood.

En Estados Unidos, además de diva y estrella, fue la compañera de hombres como Humphrey Bogart, Errol Flynn, Tony Curtis, Rock Hudson, Frank Sinatra y Sean Connery. Pero sus compañeras de reparto, sin embargo, fueron sus rivales acérrimas, como con Sophia Loren, quien figura como su enemiga íntima en la historia.

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En 1953 ya estrenó cuatro películas importantes, como La provinciana, de Mario Soldati; Escándalo en Roma: Las infieles Italia, de Mario Monicelli; Pan, amor y fantasía, de Luigi Comencini y La burla del diablo, de John Huston, donde compartía portada con Humphrey Bogart.

También protagonizó La mujer más guapa del mundo, de Robert Z. Leonard, que la catapultó definitivamente como un símbolo de la belleza de la época.

Resalta que su aspiración política marcó sus últimos años. En 1999 se presentó a las elecciones del Parlamento Europeo con la lista de los Demócratas, pero no fue elegida por sus pocos votantes.

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