Alcalde Francis Suárez pide a Elon Musk mudar las oficinas de Twitter a Miami

El alcalde de Miami, Francis Suárez, planteó este martes la idea de que la sede de Twitter se traslade a Miami, después de que su director ejecutivo, Elon Musk, expresara públicamente su frustración con la sede actual de la empresa en San Francisco.

“Elon Musk, es hora de mudar la sede de Twitter a Miami. No se trata de política, se trata del alma de nuestro país”, escribió Suárez en respuesta a un tuit Musk.

.@elonmusk it's TIME to move @twitter headquarters to Miami. It's not about politics, it's about the soul of our country. https://t.co/oRHgmL7jJx

— Mayor Francis Suarez (@FrancisSuarez) December 7, 2022

El CEO de Twitter se sorprendió de que San Francisco esté investigando una queja sobre la instalación de camas en las oficinas de Twitter. Al parecer, los dormitorios se colocaron para los empleados que trabajan hasta tarde, con el objetivo de adaptarse a las mayores expectativas de carga de trabajo.

"Entonces, la ciudad de SF ataca a las empresas que brindan camas para empleados cansados ​​en lugar de asegurarse de que los niños estén a salvo del fentanilo. ¿Cuáles son sus prioridades?", tuiteó Musk, mencionando al alcalde de San Francisco, London Breed, y publicando un artículo titulado "Padre revela terribles detalles de la sobredosis de fentanilo que sufrió un bebé en un parque infantil de San Francisco" del diario San Francisco Chronicle. 

En las últimas semanas, la sede de Twitter ha convertido varias salas de conferencias y habitaciones improvisadas, según informó Bloomberg.

Un portavoz de la inspección de edificios de la ciudad le dijo a San Francisco Chronicle que llevaría a cabo la investigación de la sede de Twitter luego de que una queja sobre las habitaciones que podrían violar los códigos de construcción.

Antes de la adquisición de Twitter, Musk planeaba convertir el edificio de oficinas en un refugio de personas sin hogar, ya que los empleados habían dejado de presentarse debido a la regla de trabajo en casa.

Al hacerse cargo de la compañía, el magnate despidió a unos 3.700 empleados, casi la mitad de su plantilla, y dio un ultimátum al resto de los trabajadores: “Se comprometen a fondo o se van”.

“Esto significa trabajar largas horas a alta intensidad. Solo un rendimiento excepcional valdrá una nota suficiente”, dijo Musk a mediados de noviembre.