Dellen Millard: El joven que pasó de ser heredero millonario a uno de los peores asesinos seriales de Canadá

El 24 de septiembre de 2018, Dellen Millard fue declarado culpable de dispararle a su padre en el ojo y fingir que fue un suicidio. El fallo del juez acabó con una saga mortal de Dellen, quien pasó de ser un heredero millonario a uno de los peores asesinos en serie de Canadá.

Dellen nació en 1985 como descendiente de una dinastía de aviación. Fue el único hijo del matrimonio del piloto Wayne Millard y la ex azafata de Air Canada, Madeleine Burns. Creció en la ciudad de Toronto y desde joven trabajó con su padre en la compañía fundada por su abuelo en los años 60, convirtiéndose en el único heredero de la aerolínea canadiense MillardAir, relató la BBC. 

Empezó a nadar a los 2 años. A los 5 aprendió a esquiar. A los 14 años, ya había establecido un récord al ser el canadiense más joven en pilotear solo un helicóptero y un avión el mismo día. A los 27, sería dueño de varias propiedades millonarias y una flota de autos de lujo. Siempre fue un joven con un alto coeficiente intelectual.

Dellen comenzó a mostrarse como un joven excéntrico. En la época del colegio decidió tatuarse en su muñeca la palabra: Ambición. Los fines de semana organizaba lujosas fiestas en la piscina de su McMansion, en los suburbios de Etobicoke y disfrutaba de las carreras offroad.

Su aparente vida feliz no estuvo exenta de momentos tristes: Wayne y Madeleine se separaron en 1990, pero recién se divorciaron legalmente en 1996 cuando Dellen tenía unos 11 años, y en noviembre de 2012 su padre fue encontrado muerto en la cama con una herida de bala en la cabeza.

"Llevó consigo una gran tristeza durante toda su vida que nunca supe, nunca quiso compartir eso conmigo", le dijo a la policía un día después de la muerte de su padre, declarada suicidio.

Dos semanas más tarde, Dellen escribió en el obituario de su padre: “Era frugal con él mismo y generoso con los otros. La única gente a la que le temía era a los racistas (...) Era paciente y terco. Admiraba a Cristo, Gandhi y Lindbergh (...) Creía que el bienestar de los animales era un esfuerzo humanitario. Era un hombre bueno en un mundo descuidado. Era mi padre”.

El trágico evento, dejó a Dellen como el mayor beneficiario de la fortuna familiar con más del 50%. Ahora, le pertenecía un suculento patrimonio que incluía propiedades, un campo de 45 hectáreas, la mansión en Etobicoke y una gran variedad de autos caros, helicópteros y aviones, según Infobae. 

Poco a poco, se convirtió en un joven playboy, pero su personalidad se derrumbó el 14 de mayo de 2013 cuando fue acusado de asesinato en primer grado por la muerte de Tim Bosma, un completo extraño. Al tiempo, no solo estaba involucrado en un juicio, sino en tres, por el asesinato de Bosma, su ex Laura Babcock y su propio padre.

Tim Bosma tenía 32 años y estaba casado con Sharlene, con quien tenía una hija de 2 años. La pareja decidió vender una camioneta que terminaron publicando en internet. Uno de los interesados fue Dellen Millard.

Los Bosma pactaron con el posible comprador una fecha: el lunes 6 de mayo de 2013, a las 19 horas. Dellen llegó ese día con su amigo Mark Smich para probar la camioneta junto a Tim, pero Sharlene no volvió a ver a su esposo.

El 8 de mayo, Sharlene dio una conferencia de prensa en la que rogó por el regreso seguro de su esposo.

"Era solo un camión, un camión estúpido", dijo. "Tú no lo necesitas, pero yo sí. Nuestra hija necesita a su papá".

Cuatro días después, la policía encontró la camioneta de los Bosma en un remolque en la propiedad de la madre de Millard. El camión había sido desmantelado, pero en el interior había rastros de sangre.

Posteriormente, se encontraron restos humanos en un incinerador en la granja de Millard, demasiado carbonizados para ser identificados por su ADN. Luego de una serie de investigaciones, el 14 de mayo, los peritos confirmaron que los restos en el incinerador pertenecían a Tim Bosma, y ese mismo día Dellen Millard fue acusado por el crimen y puesto en confinamiento solitario durante 1100 días.

Poco después de su arresto, la policía comenzó a investigar otros dos casos que tenían algo en común: Dellen Millard.

El primero fue la desaparición de Laura Babcock, la exnovia de Dellen, en julio de 2012. La pareja había salido brevemente en 2008-2009 y es posible que continuaran su relación sexual mientras Dellen salía con Christina Noudga.

Christina descubrió que Laura y Dellen seguían viéndose, así que enloqueció de celos. Laura enviaba mensajes ofensivos y de burla a Christina, quien pidió venganza. Dellen le prometió que se ocuparía de Laura.

En un siniestro mensaje a Christina, le escribió: “Primero voy a lastimarla. Luego la haré irse. La sacaré de nuestras vidas”.

Millard no actuó solo. También estuvo involucrado su amigo Mark Smich, quien también fue condenado por asesinato en primer grado por la muerte de Babcock y Bosma.

Tras ser condenado por el asesinato de Bosma en 2016 y enfrentar otro costoso juicio por la muerte de Babcock en 2017, Dellen se declaró en quiebra.

El segundo caso que la policía volvió a evaluar en 2018 fue la muerte de Wayne Millard. Decidieron hablar con los amigos y colegas del fallecido empresario. Fueron los mismos empleados quienes admitieron que había tensiones entre padre e hijo.

Dellen fue sometido a juicio nuevamente. La defensa intentó sostener que Wayne era depresivo y que estaba estresado por las crisis económicas del negocio familiar. Sin embargo, el juez Maureen Forestell fue duro y dijo con firmeza que Dellen mató a su padre para heredar los millones de la familia.

El 18 de diciembre de 2018, Dellen fue declarado culpable por homicidio de su padre y fue sentenciado, por tercera vez, a cadena perpetua.  

Por los tres crímenes, deberá estar tras las rejas un mínimo de 75 años.