Reunión de Biden y Xi Jinping en Bali: los republicanos la descartan como "una completa farsa”

Los principales republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos criticaron este lunes al presidente Joe Biden por no haber abordado el problema del COVID-19 y sus orígenes en su reunión con el dictador de China, Xi Jinping, que duró más de tres horas.

En un hotel de la isla indonesia de Bali, los líderes de Estados Unidos y China se reunieron para hablar de Taiwán, Corea del Norte, la seguridad alimentaria mundial y el cambio climático.

Los representantes republicanos de Michigan y Florida, Lisa McClain y Michael Waltz, respectivamente, calificaron la reunión de "completa farsa" y dijeron que no entendían qué "consiguió el presidente con esta reunión, aparte de permitir que los tertulianos comunistas le dieran lecciones", informó el Daily Mail.

Los congresistas destacaron la importancia de "responsabilizar a China para prevenir la próxima pandemia" y calificaron las acciones de Biden como "otra marca de política exterior débil".

El régimen chino y el gobierno estadounidense dieron detalles del encuentro en dos comunicados.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Xi advirtió a Biden de que Taiwán, cuya soberanía reclama China, es "la primera línea roja que no se debe cruzar" y aseguró que espera que Estados Unidos "cumpla su promesa" de no apoyar la eventual independencia de la isla.

Por su parte, la Casa Blanca dijo que Biden transmitió a Xi que su política hacia Taiwán no ha cambiado y que sigue oponiéndose a cualquier "cambio unilateral" del statu quo.

Biden reiteró su apoyo al principio de "una sola China", que significa que el único gobierno chino reconocido por Washington es el que tiene su sede en Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.

Sin embargo, a cambio de reconocer ese principio, Estados Unidos firmó la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, que compromete al país a la defensa de Taiwán, aunque no aclara si la potencia intervendría en caso de un ataque chino en una política conocida como "ambigüedad estratégica".

En línea con esa política, Biden transmitió al líder chino sus objeciones sobre las acciones "coercitivas y cada vez más agresivas" de Pekín hacia la isla, que ponen en peligro la "paz y estabilidad" en el estrecho de Taiwán y en toda la región, detalló la Casa Blanca en su comunicado.

Las relaciones entre Estados Unidos y China se han visto perturbadas en los últimos años por las crecientes tensiones sobre temas que van desde Hong Kong y Taiwán hasta el Mar de China Meridional, las prácticas comerciales y las restricciones estadounidenses a la tecnología china.

Más allá del contenido, la reunión estuvo llena de símbolos. El que ganó más atención fue el saludo con un apretón de manos que escenificaron Biden y Xi, sonrientes y posando ante las cámaras.