FOTOS: Isabel II, la soberana que no estaba destinada a ser reina y terminó en el trono por 7 décadas

La reina Isabel II, fallecida este jueves en el castillo de Balmoral a los 96 años, se convirtió en la monarca con el reinado más largo de Gran Bretaña. Tras 70 años en el trono, cuesta recordar que la soberana ni siquiera estaba destinada a reinar.

Con su fallecimiento, desaparece una de las últimas figuras más importantes del siglo XX, pero ¿cómo Isabel se convirtió en la reina de Reino Unido e Irlanda del Norte y de los estados que conforman la Commonwealth?

Elizabeth Alexandra Mary Windsor nació el 21 de abril de 1926, pero no estaba en la línea directa para convertirse en reina, ya que era hija de Alberto Federico Arturo Jorge, el duque de York; y Elizabeth Bowes-Lyon.

Su padre era el segundo hijo del rey Jorge V, quién murió en 1936 y su primogénito David llegó al trono como Eduardo VIII. Este mismo año, el destino de Elizabeth cambió por completo tras la abdicación de su tío para casarse con la socialité estadounidense divorciada Wallis Simpson, considerada inaceptable para la monarquía por motivos políticos y religiosos.

La noche del 11 de diciembre de 1936, Eduardo, que ahora tenía nuevamente el título de Príncipe, dio un discurso a la nación para explicar su decisión de abdicar. Fue entonces cuando dijo la famosa frase: “(…) me ha resultado imposible soportar la pesada carga de responsabilidad y desempeñar mis funciones como rey, en la forma en que desearía hacerlo, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo”.

Tras la abdicación, su hermano Alberto llegó al trono como Jorge VI, provocando que Elizabeth se convirtiera es la heredera directa, y comenzó a prepararse para algún día colocarse la corona británica.  

Elizabeth y su hermana Margarita, nacida en 1930, fueron educadas en casa. Desde pequeña, Isabel tuvo una relación muy cercana con su padre y mostró, además, un gran sentido de responsabilidad.

Isabel se interesó por primera vez en Felipe de Grecia en 1939, cuando la princesa de 13 años asistió junto a los reyes a una visita a la Escuela de la Royal Navy en Dartmouth. Aunque no era la primera vez que se veían, fue la primera vez que sintieron sentimientos uno del otro.

Años después, iniciaron una relación luego de un intercambio regular de cartas e invitaciones a compartir con la familia real cuando Felipe estaba de permiso en la Marina.

Aunque muchos se opusieron a la relación, la pareja prevaleció y contrajo matrimonio el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster.

En enero de 1952, Isabel con 25 años, y Felipe ocuparon el lugar del rey y la reina en una gira por África.

Jorge VI padecía de cáncer de pulmón en fase terminal, provocado por toda una vida de fumar en exceso. El rey desobedeció los consejos médicos y fue al aeropuerto a despedirlos. Fue la última vez que se vieron.

Estando en Kenia, Isabel recibió la noticia de la muerte del rey Jorge VI y regresó a Londres de emergencia, siendo ya la nueva reina.

"No tuve un período de aprendizaje. Mi padre murió demasiado joven y todo se produjo muy repentinamente", recordaría tiempo después.

Isabel fue coronada en junio de 1953 teniendo 27 años. Fue la primera vez que una coronación se televisaba y millones de personas tuvieron la oportunidad de verla.

Isabel llegó al trono como Isabell II. Su madre comenzó a ser conocida como ‘Isabel, la Reina Madre’ tras el fallecimiento de Jorge VI, para evitar confusiones con su hija.  

Convertida en reina y convencida de la importancia de su papel como embajadora de su país, Isabel II viajó durante décadas por el mundo, visitando a gobiernos extranjeros o haciendo de anfitriona de jefes de Estado.

El entonces primer ministro Winston Churchill, quien sirvió bajo cuatro monarcas, se mostró impresionado por el conocimiento e ingenio de la reina Isabel II.

La reina comenzó a hacer cambios en la realeza. Poco a poco el término la monarquía fue reemplazado por el de la familia real.

Años tras año, Isabell II siguió cumpliendo con sus deberes, viajando y promoviendo los intereses británicos.

La reina Isabel II celebró en junio de este año su Jubileo de Platino después de pasar 70 años sin precedentes en el trono británico.

Murió este 8 de septiembre en uno de sus castillos preferidos, rodeada de cortesanos y familiares. El trono pasa a su hijo Carlos III.