Migrantes son enviados a través de 'brecha clandestina' por muro fronterizo de California

Los funcionarios de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos aseguraron este martes que no hay espacio para todos los migrantes que acaban de cruzar la frontera de San Diego, ya que las estaciones se han saturado y no hay espacio para los grandes grupos que continúan llegando al país.

Los migrantes, en su mayoría de Centroamérica y Sudamérica, cruzan la primera barrera fronteriza entre San Diego y Tijuana pero cuando ya están en suelo estadounidense, esperan hasta 12 horas para ser recogidos y tener la oportunidad de solicitar asilo, informa Border Report.

“Es parte de una red internacional de contrabando de personas que opera en Tijuana”, explicó Enrique Lucero, quien dirige la Oficina de Asuntos Migratorios de Tijuana. “Obviamente es una brecha clandestina no detectada en la barrera fronteriza que está siendo aprovechada por los migrantes y sus contrabandistas para ingresar a territorio estadounidense”.

Un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) fue contactado por Border Report para hablar sobre los grandes grupos de migrantes que se han detectado en la frontera últimamente y la cantidad de migrantes en las estaciones en el sector de San Diego.

“El sector de San Diego de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos continúa abordando la explotación de las poblaciones migrantes vulnerables por parte de los traficantes de personas”, aseguró el portavoz.

Agregó que, “las organizaciones criminales alteran constantemente sus operaciones y lugares de movimiento migratorio. La postura operativa y la respuesta del Sector de San Diego se basan en un análisis exhaustivo y no en la entrada de un solo migrante a los Estados Unidos. Los agentes de la Patrulla Fronteriza aprovechan todos los recursos disponibles para transportar, examinar y procesar rápidamente a los que encuentran”.

En la estación de Chula Vista en San Ysidro, se podía ver un grupo de migrantes esperando en un lugar de detención al aire libre que solo incluía tres baños portátiles. Las esperas más largas exponen a los migrantes a soportar temperaturas que podrían rondar los 90 grados.

Los buenos samaritanos que permanecen del lado sur de la frontera les dan agua y comida a los migrantes que esperan horas bajo el sol.

“Estamos aquí y no nos vamos a ningún lado”, indicó una migrante colombiana llamada Tatiana a Border Report. “Seguiremos esperando hasta que podamos salir adelante”.

Tatiana era parte de un grupo de 70 inmigrantes que esperaban ser recogidos por agentes de la Patrulla Fronteriza.

“Por la gracia de Dios hemos llegado hasta aquí”, señaló otro migrante colombiano identificado como Juan. "Veremos si podemos cruzar todo el camino".

Este grupo de migrantes ya estaba en tierra estadounidense, pero quedaron atrapados entre dos barreras de 30 pies al largo de la frontera sur, en la llamada “zona de control”.