Muere Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la URSS

Mijaíl Gorbachov, el exdirigente soviético que puso fin a la Guerra Fría, murió este martes en un hospital de Moscú a los 92 años, informaron agencias de noticias rusas.

Gorbachov falleció tras una larga enfermedad, según el Hospital Clínico Central, reportó la agencia Interfax. El antiguo líder ruso será enterrado en el cementerio de Novodevichy ubicado en la capital rusa, donde se encuentran los restos de su esposa, Raisa Gorbachova, quien murió en 1999.

Dirigió la Unión Soviética entre 1985 a 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y luego como presidente. Durante su mandato, llevó a cabo importantes reformas democráticas conocidas como "perestroika" (reestructuración) y "glasnost" (transparencia) que le valieron una inmensa popularidad en Occidente.

En octubre de 1990, Gorbachov recibió el Premio Nobel de la Paz por su papel en la finalización de la Guerra Fría y la reunificación de Alemania.

También estableció acuerdos de reducción de armamento con Estados Unidos y alianzas con las potencias occidentales para eliminar el Telón de Acero que dividía a Europa desde la Segunda Guerra Mundial y lograr la reunificación de Alemania.

En Rusia, sin embargo, su reputación nunca se recuperó entre quienes lo consideran el culpable de la caída de la Unión Soviética.

Gorbachov insistió en marzo de 2021, al cumplir 90 años, en su defensa de la Perestroika, la política reformista que abrió las puertas a lo que ahora es Rusia. Él consideraba esta iniciativa, desarrollada junto a la Glásnost, su mayor logro político y no lo ocultó.

“Estoy completamente convencido de que era necesaria y de que nos movimos en la dirección correcta”, dijo entonces en una entrevista a la agencia TASS, al recordar una etapa en la que “el pueblo ganó libertad” y se puso fin a “un sistema totalitario”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, lo reconoció como uno de los estadistas más importantes de la historia del mundo, aunque en los últimos años ha permanecido en un discreto segundo plano político, pues no hay constancia de ningún pronunciamiento oficial sobre la actual invasión a Ucrania.