Pasar al contenido principal

Crimen y Corrupción

Exempleado de Twitter es condenado por espiar para Arabia Saudí

El condenado, al parecer, argumentó que sólo estaba haciendo su trabajo y culpó a Twitter de no proteger los datos de los usuarios

Agosto 9, 2022 6:58pm

Updated: Agosto 9, 2022 6:58pm

Un juez federal condenó este martes al ex empleado de Twitter, Ahmad Abouammo, por haber utilizado su puesto en la empresa para espiar a disidentes en favor del gobierno de Arabia Saudí, además de conspiración para cometer fraude electrónico, blanqueo de dinero y falsificación de registros, informó Bloomberg.

El Departamento de Justicia había acusado en 2019 a Abouammo, de 41 años con nacionalidad estadounidense, y a Ali Alzabarah, de 35 años con nacionalidad saudí, de "minar los sistemas internos de Twitter" para encontrar información personal de destacados disidentes del régimen saudí, así como de "otros miles de usuarios" de la plataforma.

El acusado, al parecer, argumentó que sólo estaba haciendo su trabajo y culpó a Twitter de no proteger los datos de los usuarios.

La agencia estadounidense amplió posteriormente los cargos del caso en 2020 para incluir a un tercer individuo, otro ciudadano saudí, Ahmed Almutairi, al que el gobierno también demandó por utilizar sus credenciales de empleado para acceder a información privada y coordinar toda la trama.

Según Bloomberg, los fiscales acusaron a Abouammo de trabajar con un ayudante de Mohammed bin Salman, que ahora es el príncipe heredero de Arabia Saudí, para reprimir a los disidentes. 

A cambio, Abouammo recibió un reloj de lujo y tres pagos de 100.000 dólares transferidos a una cuenta bancaria libanesa a nombre de su padre.

Según una acusación, también mintió a los agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) cuando fue confrontado en su casa de Seattle en 2018, diciendo que el reloj solo valía 500 dólares y que la última transferencia de 100.000 dólares de Al-Asaker era para un trabajo legítimo de consultoría independiente.

Los abogados de Abouammo dijeron que estos lujosos regalos eran simplemente muestras de agradecimiento por el trabajo de Abouammo como gerente de asociaciones de medios, donde ayudó a verificar las cuentas de Twitter de la familia real saudí y escaló las quejas sobre impostores en la plataforma.

Abouammo podría enfrentarse a una pena de entre 10 y 20 años de prisión.

Mientras Alzabarah, el otro acusado, huyó del país en diciembre de 2015 después de que la dirección de Twitter lo confrontara; escapó de la vigilancia de los agentes del FBI y tomó un vuelo con su esposa e hijo a Arabia Saudita, donde aceptó un trabajo en la Fundación Misk, una organización benéfica creada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman y dirigida por Bader Al-Asaker, un estrecho colaborador.