Candyman, el asesino serial que engañaba a niños con dulces para violarlos

La mañana del 8 de agosto de 1973, la oficial Velma Lines atendió una llamada de emergencia desde la estación de Policía de Pasadena, Texas.

- “¡Será mejor que venga ahora mismo! ¡Acabo de matar a un tipo!”, dijo el hombre que decidió comunicarse con el 911.

- “¿Dónde?”, preguntó Lines. “En Lamar 2020”, respondió el hombre.

Al llegar al lugar, los policías se encontraron con tres jóvenes -dos hombres y una mujer- sentados en una acera. A unos metros de ellos, sobre el asfalto de la calle, había un revolver, según relata Infobae. 

- “Está adentro. Yo lo maté, le di cinco tiros”, dijo uno de los jóvenes, quien fue identificado en ese momento como Elmer Henley.

Los policías arrestaron a los tres jóvenes. Cuando uno de los agentes ingresó a la casa, se encontró con el cuerpo de Dean Arnold Corll, además de una pared con sogas, esposas y una cantidad impactante de juguetes sexuales.

Los arrestados fueron Elmer, de 17 años; Rhonda Williams, de 15 años; y Timothy Cordell Kerley, de 17 años.

Cuando los agentes pidieron a los sospechosos guardar silencio. Elmer gritó: “¡No me importa! ¡Tengo que sacarme esto de adentro!"

Fue entonces cuando se conoció la historia criminal del estadounidense conocido como “Candyman”, responsable de la muerte de 28 niños y adolescentes en un período de tres años.

Dean Arnold Corll, de 33 años, mató a los niños con la ayuda de Elmer. Otro cómplice fue David Owen Brooks, de 17 años, detenido horas después.

Luego de la confesión de Elmer, a los detectives de Pasadena les costó creer que Corll era un asesino en serie, ya que era un joven "ejemplar" que había cumplido con sus obligaciones con el país en el Ejército. Además, era generoso con los niños que lo llamaban “Candyman”, por su costumbre de regalarles dulces de su propia fábrica.

Infancia

Nació el 24 de diciembre de 1939, en Fort Wayne, Indiana. A los 7 años, sufrió de fiebre reumática que no fue correctamente diagnosticada hasta 1950, por lo que tuvieron que prescribirle tratamiento psicológico.

Su madre y su padrastro abrieron una pequeña fábrica de dulces en el garaje de la casa, sería el primer paso hacia la construcción de una empresa pequeña, pero exitosa.

Cuando Dean terminó la secundaria en la ciudad de Vidor, la familia se mudó a las afueras de Houston, donde vendían la mayoría de sus dulces para luego abrir un local con el nombre “Pecan Prince”. En 1960, Corll se mudó con su abuela a Indiana a petición de su madre.

Regresó a Houston tras mantener una relación con una mujer que le propuso matrimonio en 1962, pero él se negó. Se mudó a un apartamento sobre el local de la fábrica y, cuando su madre se divorció, se volvió el vicepresidente de Corll Candy Company.

Los niños lo llamaban "Candyman"

Dean ingresó al Ejército en 1964. Solicitó la baja ante las dificultades económicas por las que atravesaba la fábrica familiar. La baja le fue otorgada con honores en 11 de junio de 1965. Años más tarde, sus colegas confesaron que mientras estuvo en la fuerza, tuvo varias aventuras sexuales con otros soldados.

La empresa se levantó nuevamente gracias a los esfuerzos de Corll, que trasladó la fábrica frente a la Helms Elementary School. Como una estrategia de mercadeo, comenzó a regalar sus productos a los niños que salían de la escuela, quienes lo apodaron “Candyman”.

Tiempo después, se descubrió que su proyecto publicitario realmente era un plan siniestro que nadie fue capaz de imaginar.

Comenzó sus agresiones cuando conoció a dos niños que en ese entonces tenían 14 años, convirtiéndolos luego en sus cómplices: David Owen Brooks y Elmer Wayne Henley Jr.

A David lo conoció en 1967 y lo volvió su amante, mientras que a Elmer se acercó dos años más tarde, a través de David. A ambos los enredó de la misma forma: les dio trabajo en la fábrica, se ganó su confianza y luego les ofreció 200 dólares por cada víctima que pusieran ante sus ojos.

Confesión de Elmer

Casi todo lo que se pudo conocer sobre Candyman fue a través de la confesión de Elmer el 9 de agosto, luego de su detención.

“Hace unos 3 años, conocí a un tipo llamado Dean Corll. Dean era mucho mayor que yo y un amigo de la escuela llamado David Brooks me lo presentó. David siempre viajaba en el auto de Dean. Tenía solo unos 14 años en ese momento y pensé que esto era genial. David Brooks me dijo que podía conseguirme un acuerdo donde pudiera ganar algo de dinero, y me llevó a donde Dean Corll. Dean me dijo que pertenecía a una organización de Dallas que compraba y vendía niños, dirigía putas, drogas y cosas así. Dean me dijo que me pagaría 200 dólares al menos por cada niño que pudiera traerle y tal vez más si fueran niños realmente guapos. Dean tenía una GTX en ese momento, y nos subimos a ella. Dean y yo y comenzamos a conducir. Recogimos a un chico en 11th y Studewood, y hablé con él. Lo convencí para que fuera a Dean’s Apt a fumar un poco de marihuana, así que fuimos al departamento de Dean. Allí lo ató de pies y de manos y le puso cinta adhesiva en la boca. Yo pensé que lo iba a vender a la organización y me fui con los 200 dólares”, citó Infobae. 

Elmer descubrió al día siguiente que Dean no había vendido a la víctima, sino que la había asesinado.

“Al día siguiente descubrí que lo había matado. Este fue el comienzo de todo el asunto, y desde entonces, he ayudado a Dean a conseguir otros 8 o 10 niños, no recuerdo exactamente cuántos. Dean los atornillaba a todos, abusaba de ellos y luego los mataba. Yo mismo maté a varios de ellos con el arma de Dean y lo ayudé a asfixiar a algunos otros. Luego los tomábamos y los enterrábamos en diferentes lugares, David Brooks estaba con nosotros la mayoría de las veces”.

Elmer detalló 28 secuestros, violaciones y asesinatos.

El asesinato de Candyman

Los detectives le preguntaron a Elmer por qué había decidido asesinar a Corll. Respondió que, en varias ocasiones David y él habían pensando en matarlo para acabar con el sufrimiento de muchos niños.

Según Elmer, nunca había tenido el suficiente valor para matar a Corll hasta que las cosas se complicaron el 7 de agosto, cuando cometió el error de llevar a una amiga a la casa de Candyman.

Esa noche, Timothy Cordell Kerley, de 19 años, lo acompaño a fumar marihuana a casa de Corll. En el camino se encontró con su amiga Rhonda Williams, que estaba llorando en la calle porque su padre le había pegado. Elmer la llevó a casa de Corll, para pedirle que se quedara ahí esa noche.  

Corll se enojó por la petición, pero terminó dándoles alcohol y drogas hasta que Timothy, Rhonda y Elmer quedaron inconscientes.

Cuando despertaron, estaban amordazados, según la confesión de Elmer. Corll lo amenazó apuntándole con su revolver, pero Elmer lo calmó diciéndole que participaría en la tortura hacia las otras dos víctimas, por lo que fue liberado.

Candyman le pidió a Elmer que cortara la ropa de Rhonda mientras torturaba a Timothy. Apenas Corll le dio la espalda, Elmer tomó el revolver y le disparó en la cabeza.

- “Solté a mis compañeros y llamé al 911. Eso es todo lo que tengo que decir”, terminó su declaración.

Finalmente, Elmer Henley y David Brooks fueron condenados a cadena perpetua.