Obispo Rolando Álvarez en arresto domiciliario por órdenes del régimen de Nicaragua

Desde el pasado 4 de agosto monseñor Rolando Álvarez, obispo de la ciudad de Matagalpa, se encuentra en arresto domiciliario rodeado de policías antimotines y militares enviados por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.

“Las autoridades superiores no han dado permiso. Nos encontramos aquí seis sacerdotes y seis laicos que nos tienen encerrados en la curia episcopal. Aquí vamos a permanecer sin irrespetar a la policía, nunca la hemos irrespetado”, declaró el religioso en un video publicado el jueves anterior.

Para ese día el obispo había convocado a una misa pero los represores del régimen no le permitieron salir de su vivienda.

En ese encuentro con efectivos policiales el obispo de Matagalpa colocó una imagen  de Jesús sacramentado frente a ellos y dijo que “esta es una batalla entre el bien y el mal”.

Por su parte la policía de Nicaragua acusó a las autoridades de la Iglesia Católica en Matagalpa y específicamente a monseñor Álvarez,de “utilizar medios de comunicación y redes sociales para intentar “organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad”.

Álvarez es un de los mayores críticos del régimen de Ortega dentro de la Iglesia Católica nicaragüense.

En mayo pasado monseñor Rolando Álvarez denunció la persecución que sufría por parte del gobierno y anunció un ayuno indefinido “a agua y suero” hasta que cesara la represión.

“Hoy he sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista. Me han informado que ellos obedecen órdenes. Los que nos hacen sentir inseguros con esa persecución son ustedes, hermanos policías”, les dijo entonces.

Monseñor Rolando José Álvarez Lagos nació en Managua en un hogar cristiano. En la década de 1980 se negó a pasar el servicio militar obligatorio que exigía la revolución sandinista, por lo que fue detenido varias veces y se exilió en Guatemala. 

En diciembre de 1994, a los 28 años, fue ordenado como sacerdote en la Catedral de Managua. Luego el 2 de abril de 2011 asumió la jefatura de la Diócesis de Matagalpa.

El 7 de agosto los obispos de Nicaragua expresaron apoyo a su compañero tras el asedio del régimen. 

Un recuento de la investigadora y abogada nicaragüense Martha Patricia Molina indica que la Iglesia Católica de Nicaragua ha sufrido más de 250 agresiones de parte del régimen, entre ellas golpizas a sacerdotes, profanaciones a templos, ataques armados, quemas y asedio, entre otras, señaló Infobae.