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Deportes

El Tour de Francia entra en la semana decisiva con el peligro de la ola de calor

La carrera más dura del ciclismo mundial encara su tramo final con un nuevo enemigo para los ciclistas: las altas temperaturas que azotan a Europa. El uso de chalecos refrigerantes es prácticamente obligatorio para hacer frente al calor

Julio 18, 2022 11:10am

Updated: Julio 18, 2022 11:10am

La ola de calor está siendo uno de los principales enemigos del pelotón durante la edición de 2022 del Tour de Francia. Las altas temperaturas, el calor intenso y la deshidratación son factores muy tenidos en cuenta por los ciclistas y sus equipos, que cuentan con diferentes métodos de luchar contra ellos. Pese a que las etapas de montaña están dando un poco de tregua al pelotón, la bajada a la meseta, camino de las etapas de los Pirineos, amenazan con ser especialmente duras y con temperaturas por encima de los 40 grados esta semana en Europa.

“Fue horrible, un horno. Hay muchos corredores a los que les ha costado recuperarse”, explicaba el francés Thibaut Pinot tras coronar el Alpe d’Huez. Un buen ejemplo de ello fue su compatriota Romain Bardet, quien sufrió lo que los médicos consideraron un golpe de calor que le provocó temblores, mareos y que el pulso le bajara. Ahora, todo podría ser peor teniendo en cuenta la dureza de las etapas que comienzan este martes en los Pirineos y las cifras de muertes por la ola de calor, en España solamente suman más de 300 fallecidos este mes.

Los médicos de los equipos están especialmente preocupados por los efectos del calor en plena carrera. “Hay algunos que corren riesgo, cuando llegas a los 38, 40 grados, puede haber desfallecimientos”, asegura el doctor del equipo Groupama-FDJ. Para evitarlo, la organización del Tour de Francia ha tomado medidas, que van desde rociar las carreteras con agua a aumentar las zonas de avituallamiento, pasando por llegar incluso a acortar alguna etapa. Antes de cada etapa, los ciclistas del Groupama-FDJ se tragan “una cápsula, como si fuera paracetamol, que registra la temperatura corporal a lo largo de toda la carrera”, explica su médico. “Por la noche recuperamos los datos para analizarlos y trabajar con ellos de cara a la siguiente etapa".

Los ciclistas por su parte también toman medidas. En esta edición de la ronda gala se les está viendo tomar mucho más líquido del habitual e incluso la función del aguador se ha convertido en algo clave dentro de los equipos. Las imágenes de ciclistas con el mayor número de bidones de agua posible en su maillot para repartirlos entre sus compañeros son impresionantes.

Pero si hay algo que está siendo utilizado por la mayor parte de los integrantes del pelotón son los chalecos refrigerantes para mantener la temperatura corporal lo más baja posible. Se trata de unas prendas que llevan adosadas planchas de frío al estilo de las que se utilizan para aplicar hielo en partes del cuerpo doloridas. Estos chalecos son el complemento perfecto a los aproximadamente siete litros de agua que puede beber un ciclista durante una etapa de esta sofocante edición del Tour.