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Deportes

Leyenda olímpica de Atletismo cuenta la verdad sobre su vida ¡Mo Farah no es su verdadero nombre!

El héroe olímpico revela que entró a Gran Bretaña mediante tráfico ilegal desde Somalia con el nombre de otro niño, después de que su padre muriera en la guerra civil. Su verdadero nombre es Hussein Abdi Kahin

Julio 12, 2022 8:59am

Updated: Julio 12, 2022 8:59am

"He estado viviendo una mentira... mi verdadero nombre no es Mo Farah". Este fue el revelador testimonio que el cuatro veces campeón olímpico de atletismo y Sir del Reino Unido de Gran Bretaña, Mo Farah ha dado a la BBC. Farah ha estado ocultando la verdad sobre su vida durante décadas, e incluso su nombre no es real. El cuatro veces oro olímpico y seis mundial, de 39 años, admitió valientemente haber inventado detalles clave sobre su traslado al Reino Unido desde Somalia.

Anteriormente declaró que se había unido a su padre, pero ahora confiesa que éste murió en la guerra civil de Somalia. Mo Farah, cuyo nombre real es Hussein Abdi Kahin, cuenta en un documental la BBC que fue traficado desde África para trabajar como sirviente en Gran Bretaña. El campeón admitió con valentía: "Hay algo de mí que no se sabe. Es un secreto que he ocultado desde que era un niño. Lo he guardado durante tanto tiempo que ha sido difícil porque no quieres enfrentarte a ello. A menudo mis hijos me preguntan: Papá, ¿cómo es esto? y no tengo una respuesta para esto. Esa es la razón principal para contar mi historia, porque quiero sentirme normal y no sentir que me aferro a algo".

"La verdad es que no soy quien crees que soy. Y ahora, cueste lo que cueste, necesito contar mi verdadera historia". Las revelaciones quedan al descubierto en el nuevo documental de la BBC1, The Real Mo Farah. En él, Farah, que ha decidido mantener su identidad asumida- teme que le quiten la nacionalidad británica por haber dado datos falsos en su solicitud. Pero esta mañana un portavoz del Ministerio del Interior ha declarado que "no se tomará ninguna medida contra Sir Mo y sugerir lo contrario es un error".

La estrella de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, nombrada caballero hace cinco años, siempre había insistido en que su padre era un consultor informático llamado Muktar que nació y se crió en Londres. Sin embargo, su padre era en realidad un agricultor llamado Abdi que murió en el conflicto cuando su hijo tenía cuatro años. Su madre, Aisha, lo envió posteriormente a la vecina Yibuti por su seguridad.

Quería que se reuniera con su hermano gemelo Hassan. En lugar de ello, uno de sus propios familiares lo envió ilegalmente al Reino Unido. "Lo más difícil es admitirme a mí mismo que alguien de mi propia familia puede haber participado en el tráfico de personas", dijo Farah. A su llegada, con ocho años, le dijeron que ahora se llamaba Mo Farah y que tenía que servir a una familia a cambio de ser alimentado. Con este nombre falso solicitó la ciudadanía británica.

"Mi padre se fue a cuidar el ganado y nunca volvió. Para mí lo más duro es que, hasta el día de hoy, no sé ni cómo era". En el documental recuerda que fue llevado por una misteriosa mujer a su familia en Isleworth, al oeste de Londres, donde fue obligado a trabajar para ellos. Finalmente se armó de valor para contárselo a sus profesores, y los servicios sociales intervinieron. Una mujer somalí, Kinsi, se hizo cargo de él durante siete años.

Kinsi era la tía del verdadero Mohamed Farah. Ella y Mo se pusieron en contacto con su sobrino mientras se rodaba el documental. "No puedo creer que esté hablando contigo. Llevo tu nombre y durante muchos, muchos años, lo llevo conmigo y estoy orgulloso de que sepas lo que he conseguido. Pero como persona siempre me pregunto dónde está Mohamed, si está bien, cómo habría sido su vida. Pienso en ti todo el tiempo", confesó el atleta.

El verdadero origen del campeón se hizo más difícil de ocultar tras su gesta de los Juegos Olímpicos en 2012 y regresó a Somalia para encontrarse con su madre. "Lo más difícil para mí fue no ser honesto". Pero añadió: "Siento que me he quitado algo de encima. Pero eso es sólo cosa mía. No sé cómo lo verá todo el mundo. Ahora empiezo a entenderme. A mí, no a Mohamed", concluye Farah en el revelador documental de la BBC.