Capo de la droga que quiso contratar a Maradona para un equipo colombiano

El ex narcotraficante colombiano, Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los fundadores del Cártel de Cali, que falleció el martes (30/06/2022), pretendió fichar al astro argentino Diego Armando Maradona para jugar en el club colombiano América de Cali.

En los años 80, el fútbol colombiano se involucró con el narcotráfico. Los cárteles de Cali y Medellín habían adquirido los principales equipos de esas ciudades, como el América de Cali y el Atlético Nacional.

En 1997, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela intentaron lavar dinero comprando acciones del Deportivo Cali, pero los directivos de la época se negaron a aceptar su ingreso. Esto provocó que el dinero fuera a parar al América de Cali, un equipo con una gran afición en el país pero que hasta entonces sólo tenía un título en su palmarés.

El importante apoyo económico llevó al equipo 'escarlata' a tener una de las plantillas más amplias de su historia y a ser catalogado como un equipo latinoamericano por la calidad de sus jugadores, reportó Infobae.

El portero Julio César Falcioni, los peruanos César Cueto y Guillermo la Rosa, los paraguayos Juan Manuel Bataglia y Gerardo González Aquino, los argentinos Roque Raúl Alfaro y Ricardo Gareca, y el colombiano Willington Ortiz fueron algunos de los jugadores que vistieron la camiseta roja del equipo vallecaucano en esa época.

 

Fue entonces cuando, para completar la plantilla, Rodríguez Orejuela intentó conseguir el fichaje de Diego Armando Maradona, que por aquel entonces ya deslumbraba como el jugador joven más importante del mundo con Argentino Juniors y había ganado el Mundial sub-20 con Argentina.

Según los medios argentinos, dos teorías giran en torno al supuesto encuentro entre 'El Diego' y el jefe del Cártel de Cali. La primera, narrada en el libro "Gabriel Ochoa Uribe, el mejor entrenador de todos los tiempos" por "Beto" Ochoa, hijo del técnico. 

Allí, Ichoa relata que a su “papá siempre le gustó ese jugador desde que lo vio por primera vez y hubo una reunión en el Hotel Intercontinental, después del partido en el Pascual Guerrero, en la que estuvieron Pepino Sangiovanni y Miguel Rodríguez Orejuela. Papá le regaló la camiseta del América a Maradona y él se la puso. Quería que Diego se quedara madurando como jugador y le hicieron una oferta, pero la contratación nunca se llevó a cabo”.

Y la segunda, involucra al narcotraficante que supuestamente habría ofrecido 500,000 dólares para convencer a Diego Maradona de quedarse en Cali, después de un encuentro en el Hotel Intercontinental, que se narra en el libro 'El hijo del ajedrecista 2', escrito por Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto.

De acuerdo con Infobae, el fichaje no se concretó a pesar de la aceptación del jugador argentino y esto se debió en parte al representante de Maradona que en ese momento aceptó una oferta que había hecho el FC Barcelona y que significó su llegada al fútbol europeo. 

La relación entre Diego y Gilberto no terminó ahí, ya que el futbolista le envió camisetas autografiadas y el narco le envió relojes Rolex de oro.

En el mismo libro del hijo del narco colombiano, cuenta la historia de cómo su padre ayudó a Argentina a ganar el Mundial de México 1987. 

Los albicelestes tenían que ganar a Perú por al menos cuatro goles para eliminar a Brasil. Los peruanos aceptaron el dinero del soborno, el partido terminó 6-0 y Argentina pasó a la final contra Holanda, en la que ganó 3-1.

“De primera mano supimos cómo fue lo del partido Argentina-Perú. Mi tío Miguel habló con un grande del fútbol mundial y le confesó lo del dinero que hubo para arreglar ese partido para sacar a Brasil de la final”, explicó posterior a la publicación del libro.

A finales de los años 70, los hermanos Rodríguez Orejuelas lograron construir un emporio empresarial: fundaron el Banco de los Trabajadores, adquirieron Drogas la Rebaja y una docena de droguerías, el Grupo Radial Colombiana, los laboratorios Kressford, la Financiera Boyacá, así como cadenas de farmacias en toda la ciudad.

Detrás de toda esta fachada financiera y empresarial, se escondía el verdadero corazón del negocio: la producción y venta de cocaína.

 A inicios de los años 80, en el marco de la guerra entre el Cartel de Cali y el Cartel de Medellín, Gilberto Rodríguez Orejuela lideró una estrategia que facilitó a las autoridades dar muerte al narcotraficante Pablo Escobar en el año de 1993.

El Cartel de Cali montó todo un ejército privado que contaba con infraestructura y armamento de última generación para enfrentarse a Escobar y, según han evidenciado múltiples fuentes de la época, contribuyó decididamente en la búsqueda del capo antioqueño, indicó el diario El País de Cali.