Cuatro consejos para vivir más tiempo

La esperanza de vida así como la edad máxima de los seres humanos no han dejado de aumentar durante el siglo XX. Sin embargo, esta tendencia se ha ido frenando en las últimas décadas, por lo que las posibilidades de sobrevivir más allá de los 100 años se han reducido considerablemente.

Un nuevo estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología (APA) afirma que el optimismo, la felicidad, el apoyo social y el propósito en la vida pueden aumentar la longevidad en los adultos mayores.

Si bien es cierto que la longevidad puede ser cuestión de suerte y de genética, queda claro que el incorporar buenos hábitos a nuestra rutina es algo que tiene mucho que decir al respecto y que influirá de manera drástica en nuestra esperanza de vida. Pero, ¿qué pasa con nuestra salud psicológica? ¿Importa eso para nuestra longevidad?

En este estudio, los investigadores extrajeron datos de una encuesta realizada a más de 21,000 adultos mayores de 50 años que habían participado en el Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan.

Cada cuatro años debían informar sobre el grado de felicidad, optimismo y satisfacción que tenían con sus vidas, así como el nivel de apoyo social que recibían de los demás y el sentido de propósito, todos ellos indicadores de buena salud psicológica.

Más de 5,000 de ellos murieron entre 2006 y 2020, lo que dio a los investigadores la oportunidad de ver cómo la salud psicológica puede haber contribuido a su longevidad. 

En primer lugar, los investigadores descartaron otras cosas que podrían haber acortado la vida de alguien, como su sexo, raza o etnia, estado civil, nivel educativo y situación socioeconómica cuando era niño. 

También tuvieron en cuenta si las personas bebían alcohol o fumaban, si tenían problemas de movilidad o condiciones de salud preexistentes (como presión arterial alta o cáncer), todo lo cual puede afectar a nuestro riesgo de muerte.

Al comparar el bienestar psicológico de las personas que habían muerto con las personas de la misma edad que aún vivían, promediando sus puntajes de bienestar antes de su muerte. Descubrieron que aquellos que sobrevivieron tenían una mejor salud psicológica, incluso después de controlar aquellos factores que aumentaron su riesgo de muerte prematura.

Estos serían los 4  consejos esenciales que podrían contribuir a una mejora en cuanto a mejor nuestra salud psicológica.

Ser optimista

El optimismo es un rasgo de personalidad que hace referencia a la capacidad de ver y vivir los acontecimientos de la vida de un modo positivo o lo que es lo mismo, ver la botella medio llena.

Para iniciarse en el camino del optimismo la psicóloga del centro Residencia Santa María del Tura, Monica Garcia, recomienda tener cuenta esta serie de factores:

• Que cuando en nuestra cabeza aparezcan los fantasmas del "no se puede o no seré capaz", frenemos el pensamiento y dejemos la mente en blanco.
• Saber que nada es eterno, que todo pasa y tiene un final, también las situaciones críticas y difíciles.
• Valorar todo lo positivo y bueno que hay en nuestra vida y en nosotros mismos (que seguro que son muchas cosas), incluso las pequeñas cosas, puesto que nuestro mundo también está hecho a base de pequeños detalles.
• Darnos el derecho y el margen para equivocarnos. Nadie lo sabe todo de todo, y de los errores también se aprende y mucho.
• Ser flexibles ante aquello que no está en consonancia con nuestra forma de pensar o de ser, aceptando las diferencias.
• Ser capaces de ponernos en el lugar del otro.

Se feliz contigo mismo

Aprender a ser feliz es una meta común. Muchos creen que hallar la felicidad es el esfuerzo de toda la vida. No hay reglas sobre cómo ser feliz pero mucha gente lo ha logrado siguiendo las siguientes ideas :

• Practica la gratitud: hay cosas por las que tenemos que estar agradecidos. Reconocer lo bueno en tu vida es esencial para aprender a ser feliz.
• Perdón: cuando aprendes a soltar la ira, empiezas a aprender cómo ser feliz contigo mismo.
• Concientización: enfocarse en cosas malas o emociones negativas puede ser destructivo. Cuando aprendes a ver el lado positivo de las cosas, aprendes a ser más feliz.
• Amistades: sentirse incluido en una comunidad de amigos puede ser una parte importante de una vida feliz. 
• Descanso: dormir la cantidad de horas adecuadas es importante para sentirte fresco y enfocado. 
• Movimiento: el ejercicio estimula tu flujo sanguíneo que te ayuda, a la vez, a sentirte mejor. 
• Limpieza: mantener tu espacio laboral y personal limpio y ordenado puede ayudarte a levantar tu ánimo.
• Pequeños logros: trata de definir objetivos y de cumplirlos. Comienza por pequeños objetivos. El logro de los objetivos aumenta tu confianza, y con ello, tu felicidad.

Apoyo Social

Según la Clínica Mayo, contar con una red de apoyo social sólida puede ser fundamental para superar el estrés en etapas difíciles, sin importar si se trata de un día complicado en el trabajo o un año lleno de pérdidas o enfermedades crónicas.  

La falta de apoyo social puede derivar en el aislamiento y la soledad. Puesto que el apoyo de tus familiares, amigos y compañeros de trabajo es una parte esencial de tu vida, cuanto antes comiences a cuidar estos vínculos tan importantes, mejor.

Encuentra tu propósito de vida

Un propósito de vida es la razón o razones por las que te levantas en la mañana, aquellas motivaciones intrínsecas que dan un sentido de dirección y significado a la propia existencia. Para de descubrir o fortalecer el tuyo, puedes:

• Conocer qué te inspira y te ayuda a crecer personalmente
• Realiza tu mapa de sueños. Pon en palabras e imágenes lo que quieres lograr.
• Identifica las dimensiones de tu vida a las que quieres ponerles especial atención, y realiza un plan para fortalecerlas.
• Planea el futuro, sigue personas modelos en las que te gustaría verte en un futuro.