Ajo: Remedios caseros para limpiar los pulmones

La función de los pulmones consiste en dos cosas. Una es obtener oxígeno del aire que entra en el cuerpo y la otra eliminar el dióxido de carbono del organismo, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó además que los pulmones son el órgano más vulnerable a las infecciones y lesiones del entorno exterior, debido a la constante exposición a las partículas del aire, las sustancias químicas y los organismos infecciosos.

Además, las enfermedades respiratorias constituyen cinco de las treinta causas más comunes de muerte. Por esta razón, es importante proteger los pulmones con una buena nutrición y limpiarlos para eliminar las toxinas.

La web Mejor con Salud reveló que el consumo de ajo podría ayudar a limpiar los pulmones por sus propiedades antibióticas y antibacterianas, pero es importante señalar que "hasta el momento no hay datos ni estudios científicos que avalen esta teoría".

De hecho, ningún alimento por sí mismo podrá curar una enfermedad, y por eso el cuidado de los pulmones y de todos los órganos del cuerpo debe formar parte de la rutina diaria con una dieta equilibrada, al menos 30 minutos de ejercicio diario y visitas constantes al médico.

Tres posibles remedios naturales con ajo reveló el sitio web: 

1. Remedio de ajo y tomillo

Ingredientes

• 10 dientes de ajo.
• 3 ramitas de tomillo fresco.
• Aceite de oliva.

Preparación

1. Introduce el ajo en un mortero y tritúralo hasta convertirlo en una pasta espesa.
2. A continuación, agrégale las hojas de tomillo y continúa triturando para que ambos ingredientes se mezclen bien.
3. Pasa el producto a un recipiente limpio, cúbrelo con aceite de oliva extra virgen y déjalo macerar toda la noche.

¿Cómo consumirlo?

• En ayunas, al día siguiente ingiere 1 cucharada de este remedio de ajo para iniciar la depuración pulmonar.
• Consume la misma dosis todos los días, a la misma hora.
• A partir de la segunda semana, podrías empezar a sentir que respiras mejor.

2. Remedio de jengibre, ajo, cúrcuma, cebolla y azúcar

Ingredientes

• ½ litro de agua.
• 200 gramos de azúcar.
• ½ kilo de cebolla.
• 1 pedazo de raíz de jengibre picado.
• 1 cucharada de cúrcuma en polvo (10 gramos).
• 3 dientes de ajo machacados.

Preparación

1. Vierte el agua y el azúcar en una olla y ponla a fuego medio.
2. Agrega las cebollas y remueve.
3. Luego, añade el jengibre, la cúrcuma y el ajo machacado.
4. Cuando la mezcla hierva, baja el fuego y continúa removiendo. Déjala en el fuego hasta que el líquido se haya reducido a la mitad.
5. Una vez finalice la cocción, cuela y déjala enfriar.
6. Conserva en el refrigerador o nevera.

¿Cómo consumirlo?

• Cada mañana y en ayunas, toma 2 cucharadas de este remedio.
• Si lo deseas, podrías diluirlo en agua tibia.
• Consúmelo durante dos semanas consecutivas, descansa una y vuelve a tomarlo.

3. Consumir el ajo crudo para limpiar los pulmones

Esta es otra de las alternativas para tomar el ajo, aunque no todas las personas toleran el sabor fuerte de este condimento. También hay que tener cuidado en caso de padecer gastritis pues podría causar malestar.

Lo mejor es cortar un diente de ajo crudo por la mitad, en láminas finas o picado. Para ayudar a tragarlo se puede acompañar con un poco de agua, como si se tratara de un comprimido. Además para suavizar el sabor es posible mezclarlo con un poco de miel.

Un diente de ajo al día es suficiente. Algunas personas lo toman por la mañana nada más levantarse, pero puede introducirse en cualquiera de las comidas diarias.

CONTRAINDICACIONES

Según Medline Plus, es importante reducir la ingesta de ajo en personas con problemas estomacales o digestivos, puesto que puede provocar una irritación del tracto gastrointestinal.

La Biblioteca también advierte que el ajo, sobre todo el fresco, puede aumentar las hemorragias. Por ello, se recomienda dejar de tomarlo al menos dos semanas antes de una intervención quirúrgica. Del mismo modo, los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante deben vigilar su consumo, ya que puede aumentar el riesgo de hemorragia.

Como en el caso de cualquier alimento a incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre la mejor manera de consumirlo, y si las condiciones médicas existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya mencionadas.