Cuba Gooding Jr.: Culpable por manosear una mujer a la fuerza

Cuba Gooding Jr. se declaró culpable este miércoles de un cargo en su contra por haber manoseado a una mujer. La estrella ganadora del Oscar por Jerry Maguire, está acusado de abusar de tres mujeres diferentes en locales nocturnos de Manhattan entre 2018 y 2019.

Natasha Ashworth la acusante, denunció en octubre de 2019 que un año antes, cuando ella trabajaba en un bar, el actor intentó en varias ocasiones tocarle el trasero.

La única declaración de culpabilidad que se obtuvo del famoso llegó casi tres años después del arresto de Gooding en el caso. El juicio experimentó varias demoras mientras sus abogados buscaban que se redujeran o desestimaran los cargos.

El encuentro ante el juzgado se pospuso al menos dos veces, con una fecha de juicio de abril de 2020 cancelada a medida que aumentaron los casos de coronavirus en Nueva York, mientras que el estado cerraba la mayoría de los asuntos judiciales.

Gooding, de 54 años, fue arrestado en junio de 2019 después de que otra una mujer le dijera a la policía que el actor estadounidense le tocó el pecho sin su consentimiento en Magic Hour Rooftop Bar & Lounge cerca de Times Square.

Unos meses más tarde, otras dos mujeres se presentaron para acusarlo de abuso sexual. Los nuevos cargos alegan que pellizcó las nalgas de una mesera después de hacerle un fuerte comentario de índole sexual en TAO Downtown, y tocó a la fuerza a una mujer de manera inapropiada en el club nocturno LAVO New York, ambos casos en el año 2018.

El actor estadounidense también fue acusado en agosto de 2021 de violar a una mujer dos veces en un mismo día en 2013 en un hotel de la ciudad de Nueva York.

Hasta el momento un total de 30 mujeres han afirmado haber sido agredidas sexualmente de distintas maneras por Gooding Jr. en hechos sucedidos durante más de una década.  

Gooding se había declarado previamente inocente de seis cargos de delitos menores y negó todas las acusaciones en su contra. Sus abogados han argumentado que fiscales demasiado entusiastas, atrapados en el fervor del movimiento #MeToo, están tratando de convertir “gestos comunes” o malentendidos en delitos sexuales.