Líder de "culto" sexual condenado por 15 delitos, incluidos tráfico sexual y extorsión

Un hombre acusado de mudarse al dormitorio universitario de su hija en Sarah Lawrence College y de abusar sexual y psicológicamente de un grupo de compañeros de clase y otros jóvenes fue condenado el miércoles.

El veredicto contra Lawrence Ray, de 62 años, se dictó en un tribunal federal de la ciudad de Nueva York. Ray fue condenado por los 15 cargos que enfrentó, incluido el tráfico sexual, la extorsión y la conspiración para el crimen organizado.

A fines de 2010, Ray se mudó a la habitación de su hija durante su segundo año en Sarah Lawrence, una prestigiosa universidad de artes liberales en Bronxville, N.Y., en las afueras de la ciudad de Nueva York. Poco después, comenzó a dar "sesiones de terapia" a las compañeras de cuarto de su hija, con la intención de "ayudarlas con problemas psicológicos", dice la acusación dictada en su contra luego de su arresto en 2020.

Fue a través de estas "sesiones" que Ray sentó las bases para el condicionamiento psicológico que "eventualmente llevaría a estas jóvenes adultas a convertirse en víctimas involuntarias de explotación sexual, abuso verbal y físico, extorsión, trabajo forzado y prostitución", dijo el subdirector a cargo del FBI William F. Sweeney, Jr., dijo en ese momento.

El abuso continuó el siguiente verano en el departamento de Ray en el Upper East Side de Manhattan, donde varias estudiantes se mudaron con él en 2011, dijeron los fiscales.

Según la acusación, Ray, quien se presentó a sí mismo como una figura paterna, un psicólogo y un asesor espiritual, "se enteró de detalles íntimos sobre la vida privada [de las víctimas], sus vulnerabilidades y sus problemas de salud mental con el pretexto de ayudarlas". Ray alejó a varias de las víctimas de sus padres y convenció a varias de las víctimas de que estaban 'rotas' y necesitaban que Ray las arreglara".

Ray a menudo coaccionaba a sus víctimas para que dieran confesiones falsas por delitos que no habían cometido y luego obtenía el pago de una compensación por esos delitos imaginarios.

El New York Times informa que la exalumna Claudia Drury testificó que Ray la obligó a confesar falsamente que lo había envenenado. Posteriormente, Ray le exigió pagos y la amenazó con ir a prisión. Después de eso, testificó Drury, la convenció de convertirse en trabajadora sexual. Durante un período de cuatro años, ella testificó que le dio alrededor de $2.5 millones en ganancias.

La investigación sobre Ray se inició después de que New York Magazine publicara una historia titulada "Las niñas robados de Sarah Lawrence", en abril de 2019, dijeron los fiscales.

The Washington Post informa que dos veces durante el juicio de Ray, que duró menos de cuatro semanas, lo sacaron del juzgado en una camilla luego de decir que tenía problemas médicos.

Otra exalumna de Sarah Lawrence, Isabella Pollok, actualmente está a la espera de juicio como presunta cómplice de Ray. En marzo de 2021, fue acusada de conspiración de extorsión, conspiración de tráfico sexual, conspiración de extorsión y lavado de dinero. Ella se declaró inocente, informa Associated Press.

En un comunicado emitido después del veredicto contra Ray, el fiscal federal Damian Williams dijo: "Hace doce años, Larry Ray se mudó al dormitorio de su hija en la universidad Sarah Lawrence. Y cuando llegó allí, conoció a un grupo de amigas que tenían toda su vidas por delante de ellas. Durante la siguiente década, utilizó la violencia, las amenazas y el abuso psicológico para tratar de controlar y destruir sus vidas. Las explotó. Las aterrorizó. Las torturó. Permítanme ser muy claro. Larry Ray es un depredador. Un hombre malvado que hizo cosas malas. El veredicto de hoy finalmente lo lleva ante la justicia".