H&M y Mango cierran sus tiendas en Rusia

Durante la última semana varias de las empresas más poderosas del mundo han cerrado sus oficinas o restringido sus servicios en Rusia. La decisión es un mecanismo de presión para poner fin al conflicto bélico entre ese país y la nación ucraniana. Plataformas de tecnologías, asociaciones financieras, grupos de artistas y ahora varias marcas de moda, son algunos de los ejemplos más recientes.

Una de las industrias textiles que anunciaron recientemente su cierre momentáneo en la nación dirigida por Putin fue H&M, del grupo Inditex. La empresa ha decidido darle su apoyo a Ucrania, tomando una drástica decisión.

“Estamos profundamente preocupados por los sucesos en Ucrania y apoyamos a todas las personas que están sufriendo”, anunció el consorcio H&M en un comunicado publicado en su página web. “El grupo ha decidido parar temporalmente todas las ventas en Rusia”, agregaron.

En este momento, la cadena mantiene cerradas las 168 tiendas que posee en dicho país, al igual que las nueve que tiene en Ucrania desde que estalló la guerra. Alegaron que la situación con Ucrania es diferente, pues buscan mantener la seguridad y el bienestar de sus empleados.

Los envíos a Ucrania y a Rusia también se suspendieron. Desde el grupo H&M han donado ropa y otras necesidades a los afectados en este conflicto.

Por su parte el grupo de moda Mango también anunció hace unas horas el cese de sus operaciones en Rusia, donde tiene 55 tiendas físicas, y además eliminará la venta en línea en el país. La compañía ha dado libertad a los 65 establecimientos franquiciados para que continúen con su actividad, aunque dependerán del stock del que dispongan, según han informado.

Del mismo modo se conoció que la compañía sueca de muebles y decoración Ikea abandonará temporalmente sus ventas y establecimientos en Rusia. También la multinacional informó que suspenderá las importaciones de y desde Rusia y Bielorrusia, lo que propicia un impacto directo en alrededor de 15mil trabajadores, según datos abonados por la propia Ikea.

Se espera que otras compañías americanas en las próximas horas se unan a este boicot para aumentar la presión al gobierno ruso y tratar de que detenga sus operaciones bélicas en Ucrania.