¿Qué alimentos son buenos para los niños?

Alimentar a los niños de manera saludable, incorporando una variedad de productos ricos en nutrientes y proteínas, además de desarrollar buenos hábitos alimenticios, es fundamental para su salud actual y futura, ya que una buena alimentación durante la infancia es la de una buena conducta alimenticia para toda la vida.

En los primeros años, el cuerpo de un niño está creciendo y formándose, por lo que es más susceptible a las deficiencias nutricionales que afectarán no solo a su cuerpo sino también al desarrollo de su cerebro.

La desnutrición en los primeros ocho años de vida puede tener consecuencias graves y duraderas, dificultando el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva. Por ello, un adecuado seguimiento y corrección de hábitos en esta etapa son claves. Un estudio realizado por la Universidad de Granada en España concluyó que una alimentación adecuada favorece un buen desarrollo psicomotor y cognitivo en los menores.

Estos 7 alimentos pueden ayudar a los niños a mantenerse alerta y al desarrollo de su cerebro.

• Verduras de hoja verde: como la espinaca y la col rizada, ricas en antioxidantes, vitaminas, ácido fólico y antioxidantes ayudan a que crezcan nuevas células cerebrales. Estos vegetales están relacionados con disminuir las probabilidades de desarrollar demencia más adelante en la vida, aquí la importancia de consumirlos desde pequeños.

• Huevos: debido a su colina, sustancia que construye y repara las membranas neuronales, es uno de los alimentos más recomendados por los médicos. Su componente evita el envejecimiento del cerebro y favorece una función cardiovascular correcta. 

Yogur griego: las grasas insaturadas son necesarias para la salud del cerebro, y esta clase de yogur contiene más proteína que uno tradicional, esto puede ayudar a mantener las células cerebrales en buena forma para enviar y recibir información.

• Pescado: es una buena fuente de vitamina D y omega-3, que protegen al cerebro del deterioro de las habilidades mentales y la pérdida de memoria . El salmón, el atún y las sardinas son ricos en omega-3.

Nueces y semillas: maní, arándanos, nueces y entre otros frutos secos son ricos en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, que mantienen el sistema nervioso bajo control.

Avena: rica en proteínas y fibra ayuda a mantener limpias las arterias del corazón y el cerebro . En un estudio realizado a una escuela española, descubrieron que los niños que se alimentan con avena presentan mejores resultados en las tareas escolares relacionadas con la memoria que aquellos que no.

Frutos rojos: las fresas, moras y arándanos son frutas ricas en antioxidantes que previenen el daño al cerebro provocado por las toxinas.

Esta clase de alimentación cumple con las necesidades nutricionales requeridas por los niños. Los platos principales deben alternar tanto verduras, legumbres, pastas, arroces y sopas, así como carnes y pescados, y el postre debe ser una fruta o un lácteo.