Senador Rubio pide a Biden apoyar a gobierno colombiano ante violencia en la frontera con Venezuela

El senador republicano Marco Rubio envió el martes una carta al presidente Joe Biden en la que lo insta a apoyar al gobierno colombiano en su intento de abordar el golpe desestabilizador que el narcoterrorismo tiene tanto en Colombia como en el hemisferio occidental.

La carta de Rubio se dio a conocer tras el estallido de combates entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y miembros disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la frontera con Venezuela a principios de este mes.

"Insto a su administración a mantener y fortalecer el compromiso de larga data de Estados Unidos y la relación mutuamente beneficiosa con la República de Colombia en los próximos años", escribió el senador republicano en su carta a Biden.

"Esto debería incluir la exploración de algún tipo de apoyo adicional que Estados Unidos pueda proporcionar a los cuerpos militares y de seguridad de Colombia a fin de prevenir futuros actos de violencia; preservar la integridad de las elecciones de Colombia de la interferencia externa; así como asegurar que la asistencia internacional de Estados Unidos no beneficie a miembros actuales o antiguos de las organizaciones terroristas que fomentan la violencia. El apoyo inquebrantable de nuestra nación a Colombia no debe ser una causa partidista", agrega la carta.

Rubio también escribió un artículo de opinión para el diario colombiano El Tiempo el martes, en el cual advierte que "el resultado de las próximas elecciones presidenciales [en Colombia] también afectará a nuestra nación en su conjunto. Una mayor inestabilidad en el hemisferio occidental sólo conducirá a que más drogas, inmigración ilegal y caos se abran paso hacia los Estados Unidos".

En noviembre, el Departamento de Estado anunció que retiraría a varios grupos paramilitares colombianos, incluidas las FARC, de la lista de organizaciones terroristas extranjeras.

Al respecto, recordó que "tras un Acuerdo de Paz de 2016 con el gobierno colombiano, las FARC se disolvieron y desarmaron formalmente", y aseguró que "ya no existe como organización unificada dedicada al terrorismo o a la actividad terrorista, o que tenga la capacidad o la intención de hacerlo".

"La decisión de la Administración Biden de retirar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas extranjeras corre el riesgo de animar a los narcoterroristas y a los regímenes que los patrocinan en toda nuestra región", alertó el senador Rubio tras el anuncio.

Aunque el gobierno de Biden aseguró a los estadounidenses que las FARC ya no son motivo de preocupación, la renovada violencia en las provincias colombianas de Arauca y Norte de Santander parece dar forma a las advertencias de Rubio.

Con motivo del quinto aniversario de la firma del Acuerdo Final de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC, el expresidente colombiano Álvaro Uribe escribió una carta al jefe de la ONU en la cual expresaba su extrema decepción por el resultado del proceso de paz. En la carta, Uribe aseveró que "no ha habido un proceso de paz".

Al referirse al acuerdo de paz de agosto de 2016 entre el entonces presidente Juan Manuel Santos y el exlíder de las FARC Timoleón "Timochenko" Jiménez en La Habana, Uribe señaló que tanto el derecho nacional como el internacional se fracturaron "al dar total impunidad y elegibilidad política a responsables de crímenes atroces, incluyendo el secuestro y la violación de menores".

En total, se mencionan 26 puntos en la carta, que van desde las preocupaciones constitucionales hasta la inquietud por la continuidad del narcotráfico en los bastiones de la guerrilla. Además, Uribe expresó su indignación en torno a cuestiones de impunidad y derecho internacional.

"En cuanto a la impunidad, Colombia se apartó del estado de derecho de las democracias occidentales que exigen el encarcelamiento y la inhabilitación política de los responsables de crímenes atroces", escribió.

Según un informe de 2018 publicado por el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, más de 260.000 personas, la mayoría civiles, murieron a causa de la violencia durante las seis décadas de conflicto guerrillero en Colombia. El informe también reveló que la mayoría de las 80.000 personas desaparecidas nunca fueron encontradas. Al menos 37.000 de los muertos fueron víctimas de secuestros, y casi 15.700 fueron víctimas de violencia sexual.