Pasar al contenido principal

Crimen y Corrupción

En Colombia un agente encubierto infiltró la denominada 'primera línea' 

Este año, grupos que integran la denominada 'primera línea' en ciudades de Colombia generaron caos, exacerbaron las manifestaciones y deslegitimaron la movilización ciudadana con sus acciones violentas, criminales e ilegales.

Noviembre 13, 2021 6:00pm

Updated: Noviembre 13, 2021 6:14pm

Medios colombianos destacaron este sábado información relacionada con la 'primera línea' y la revista Semana obtuvo el testimonio exclusivo de la infiltración de un agente en la 'primera línea' que opera en la calle 80 de Bogotá, una de las vías más importantes de la capital colombiana que conecta el norte y el occidente de la ciudad. 

La primera línea de "defensa" surgió en el marco de las protestas antigubernamentales que han tenido lugar en Colombia en años recientes. Se creó tras la muerte de Dilan Cruz, integrante de los escudos azules en 2019, otro grupo de primera línea. "Dilan Cruz fue un manifestante que murió por un disparo en la cabeza por parte de un integrante del Esmad", reportó CNN.

Desde entonces, presuntamente, la primera línea buscó repeler los ataques y la violencia por parte del Escuadrón Móvil Antidistubios (Esmad) contra los manifestantes y proteger a los ciudadanos que salen a protestar.

Sin embargo, el relato del agente infiltrado es una radiografía de lo que sucede en las entrañas de esa organización criminal, indicó Semana. “Estaba ahí, en medio del fuego cruzado, cuando empezaron a lanzar piedras y bombas molotov contra los policías y el centro comercial que queda diagonal al Monumento a los Héroes… Yo me alejaba con la excusa de conseguir piedras”, precisó el agente. 

El policía logró introducirse a fondo en la 'primera línea' y supo ganar la confianza de su cabecilla, apodado "Diablo". También conoció a alias Cuba, quien se presentó como médico del Hospital Militar y estaba a cargo de la instrucción para atender a los heridos en las confrontaciones con la Fuerza Pública.

The referenced media source is missing and needs to be re-embedded.

 

El agente obtuvo un alias, un carné que lo convirtió en miembro, siguiendo procedimientos característicos de las organizaciones mafiosas y criminales que establecen privilegios y obligaciones para sus integrantes, con la novedad de que el juramento se hizo en formato virtual. 

“Estaba sentado cerca al conjunto residencial Parques del Pireo, en Engativá. Ahí llegó (alias) la Mamá y me preguntó si me le iba a medir; de inmediato me paré y empezamos a caminar hacia un lugar en el Garcés Navas. Todo lo manejaban con sigilo, me quitaron el celular, en ese momento fue mi primer encuentro de frente con los integrantes de la primera línea Engativá. Dentro de mí sabía que lo había logrado, que estaba empezando una peligrosa misión. Ellos eran los encargados de hacer frente al Esmad en las manifestaciones, me dijeron que si deseaba colaborar con la causa. No lo pensé, de inmediato dije que sí”, relató el agente que hace parte de un grupo especial de investigadores compuesto por policía judicial e inteligencia.

La misión del agente era adentrarse en la primera línea, obtener pruebas que condujeran a la apertura de una gran investigación judicial que  hoy tiene tras las rejas a los responsables de diferentes delitos durante las protestas.

"No se trataba de una misión fácil; si era descubierto, estaba en juego su vida. Además, en esta ocasión tenía que pararse al frente, en la línea de combate, contra sus compañeros, camuflado del lado de los violentos", observó Semana.

Desde ese día, el agente asegura que lo incluyeron en un grupo de WhatsApp denominado "Los Carneros", que según el parecía un centro de operaciones.

"Publicaban cuándo entraba plata para la campaña, quién se encargaba de cada cosa, por cuál aplicación se podían hacer transferencias de dinero, a qué hora eran las reuniones, dónde y qué personas eran sospechosas."

Los mensajes enviados a Los Carneros se eliminaban automáticamente a los 30 o 40 minutos, con el objetivo de no dejar huella, "pues en ese grupo se detallaba paso a paso la operación”, describió el policía. 

Todos los diálogos, las estrategias de confrontación, las peleas internas de los cabecillas por el dinero, las instrucciones de combate y de defensa, el uso de capuchas y de cambio de ropa, el arsenal de insumos para crear las bombas molotov e incluso las actividades lúdicas que compartieron, fueron registradas en los informes del agente encubierto.

"El 28 de mayo fuimos citados en el Monumento a los Héroes a eso de las cinco de la tarde. Cuando llegué, estaban alias Diablo, Nena, Flaco y Pollo; empezaron a encapucharse y a lanzar las bombas molotov. Hablaban mucho por celular indicando los puntos de encuentro en Héroes, norte-sur por la calzada de TransMilenio.

El agente encubierto recuerda que pasadas las seis de la tarde del 28 de mayo, empezó a llover y cuando gran parte de la multitud se fue alejando del lugar, los integrantes del grupo se quitaron las capuchas, dejaron de protestar, "dejaron de lado su supuesta convicción de lucha, se pusieron a consumir alucinógenos y a emborracharse”, puntualizó. 

The referenced media source is missing and needs to be re-embedded.

 

El policía dijo que los mismos cabecillas se encargaron de entregar las pruebas, a través de las redes sociales, para su procesamiento en la justicia. Todo aquello que hablaron, planearon y celebraron dejó un registro. El agente mantiene el anonimato para preservar su vida. 

Este año estuvo marcado por protestas antigubernamentales en Colombia donde el accionar delincuencial de miembros de la 'primera línea' quedó registrado y ha llevado a varias capturas de sus integrantes.