Colombia, México, Argentina y Bolivia aún consideran a Pedro Castillo presidente y piden "respetar sus derechos"

Los gobiernos de Colombia, México, Argentina y Bolivia expresaron este lunes su preocupación por las tensas manifestaciones que vive Perú en medio de su crisis política tras la destitución y detención de Pedro Castillo, a quien aún consideran presidente del país y al que ven como "víctima de un acoso antidemocrático".

En un comunicado conjunto publicado por la Cancillería colombiana, los cuatro países aseguraron que Castillo está siendo sometido a un "tratamiento judicial igualmente violatorio" y pidieron respeto a la "voluntad ciudadana" expresada en las urnas por el pueblo peruano.

Los gobiernos izquierdistas con este llamado  piden a "quienes integran las instituciones abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio" y a las autoridades que "respeten a cabalidad los derechos humanos del presidente Pedro Castillo y que se le garantice la protección judicial".  

La revocación de Castillo se produjo después de que el entonces presidente anunciara la disolución del Legislativo y la instauración de un "gobierno de excepción", lo que supuso un intento de "golpe de Estado".

Pocas horas después, Castillo fue destituido por el Congreso por "incapacidad moral", detenido y posteriormente acusado de "rebelión". El cargo de la Presidencia del país fue asumido por su vicepresidenta Dina Boluarte.

El expresidente Castillo publicó el lunes una carta desde su centro de detención en la que escribió que se considera "secuestrado" y calificó a Boluarte de "usurpadora".

También dijo que es "incondicionalmente fiel al mandato popular y constitucional" que asegura ostentar "como presidente" y afirmó que no renunciará a sus "altas y sagradas funciones".

Colombia, Argentina y Bolivia se suman así a la defensa que México ha venido haciendo tras las declaraciones del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que había autorizado otorgar asilo a Castillo, mientras retrasaba el reconocimiento de Boluarte como presidente.

Por su parte, Colombia pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dictara medidas cautelares contra Castillo, quien, según el presidente Gustavo Petro, fue "acorralado y llevado al suicidio político y democrático".

Políticos peruanos cuestionaron y rechazaron la "injerencia" de México y Colombia en la crisis política de Perú tras la destitución de Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.