Derechos Humanos
Líder electa de Myanmar es trasladada a celda de aislamiento tras golpe militar
Aung San Suu Ky, de 77 años, fue destituida durante un golpe de Estado en 2021
Junio 24, 2022 8:42am
Updated: Junio 24, 2022 1:57pm
La expresidente de Myanmar (antigua Birmania), Aung San Suu Kyi, fue trasladada el jueves a una prisión cercana a la capital, Naypyidaw, en régimen de aislamiento.
La política, de 77 años, fue destituida de su gobierno democráticamente elegido durante un golpe de Estado en 2021 liderado por las fuerzas armadas de Myanmar, el Tatmadaw.
"De acuerdo con las leyes penales... [Aung San Suu Kyi] ha sido mantenida en confinamiento solitario en prisión", informó Zaw Min Tun, un portavoz de la junta.
Desde el golpe de Estado, Suu Kyi se encuentra recluida en un lugar no revelado tras ser acusada de al menos 20 delitos, entre ellos múltiples cargos de corrupción, los cuales podrían mantenerla en la cárcel por el resto de su vida, según The Guardian.
Incluso, se les ha prohibido a los abogados de Suu Kyi hablar con los medios de comunicación , además de que los periodistas no pueden asistir a su juicio, apuntó AFP.
En diciembre, el secretario de Estado Antony Blinken calificó la condena de Suu Kyi como una afrenta a la democracia.
"El continuo desprecio del régimen por el Estado de derecho y su uso generalizado de la violencia contra el pueblo birmano subrayan la urgencia de restaurar el camino de Birmania hacia la democracia", expuso Blinken en un comunicado.
Una fuente cercana a Suu Kyi comentó a la AFP que ella "actúa como antes y tiene un ánimo fuerte", a pesar del traslado. "Está acostumbrada a afrontar cualquier tipo de situación con calma", indicó la fuente, quien pidió el anonimato.
Suu Kyi fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1991 por su "lucha no violenta por la democracia y los derechos humanos" en Myanmar, durante su detención de 15 años por las fuerzas armadas, las cuales se negaron a entregarle el poder tras la amplia victoria de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), en las elecciones de 1990.
Sin embargo, ella llegó al poder nuevamente tras otra victoria electoral en 2016, cuando fue nombrada para el recién creado cargo de Consejera de Estado de Myanmar, el cual tenía funciones similares a las de un primer ministro.
Como consejera, recibió críticas de grupos de derechos humanos por su silencio respecto al genocidio de los musulmanes rohingya en su país. Incluso algunos sectores pidieron que se le revocara el Premio Nobel.
El difunto arzobispo Desmond Tutu, también galardonado con el Nobel por su labor contra el apartheid, la criticó en las redes sociales, ya que consideraba "incongruente que un símbolo de la rectitud" dirigiera un país que perseguía a las minorías.
"Si el precio político de su ascenso al más alto cargo en Myanmar es su silencio, el precio es sin duda demasiado alto", cuestionó Tutu en ese momento en un mensaje publicado en redes sociales.