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Derechos Humanos

El expresidente de Sri Lanka regresa tras ser expulsado de su palacio

El gobierno le concedió una residencia oficial y un servicio de seguridad

Septiembre 5, 2022 5:35pm

Updated: Septiembre 6, 2022 5:35am

El ex presidente de Sri Lanka regresó al país casi dos meses después de que huyera de los manifestantes que asaltaron el palacio presidencial, renovando la preocupación por la corrupción de su administración y la mala gestión de la economía.

El presidente Gotabaya Rajapaksa fue recibido el sábado en el aeropuerto por un grupo de ministros aliados del gobierno, una enorme caravana y carteles gigantes que anunciaban "He vuelto", informa VICE News.

El regreso de Rajapaksa, junto con la noticia de que se le ha concedido una residencia oficial y un dispositivo de seguridad en la capital, ha enfurecido a quienes ayudaron a expulsarlo.

La familia Rajapaksa, que ha dominado durante mucho tiempo la política de Sri Lanka, ha gestionado mal la economía con proyectos favoritos como la expansión del ejército en tiempos de paz y la firma de grandes proyectos de infraestructura financiados por China que no podía pagar.

Según una encuesta de las Naciones Unidas, el 70% de los hogares de Sri Lanka han recortado el consumo de alimentos: la inflación de los precios de los alimentos ronda el 57%. Además, este país de 22 millones de habitantes se ha quedado sin combustible, y las nuevas entregas son irregulares.

El 13 de julio, una multitud alborotada de miles de personas entró en la residencia oficial del presidente tras meses de crecientes dificultades económicas, agravadas por la pandemia del COVID-19 y por el aumento de los precios de los alimentos tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Rajapaksa, que iba a dimitir ese mismo día, fue visto huyendo en barco y posteriormente voló fuera del país con su esposa. La pareja ha estado pasando un tiempo en las Maldivas, Singapur y Tailandia con visados temporales de visitante, según VICE.

El colapso económico que impulsó el golpe de Estado ha continuado desde su salida, provocando una inseguridad alimentaria masiva. Alrededor de una cuarta parte de los 22 millones de habitantes de Sri Lanka no tienen acceso a una alimentación adecuada, según el Programa Mundial de Alimentos en agosto.

Ranil Wickremesinghe, entonces primer ministro, llegó a la presidencia e inmediatamente lanzó una ofensiva contra los manifestantes, a los que calificó de "fascistas", en virtud de las leyes antiterroristas de Sri Lanka. Los críticos le han acusado de proteger a los Rajapaksas y los "intereses de la clase alta".