Derechos Humanos
China y Myanmar: los peores carceleros de periodistas del mundo
Un informe de Shawn W. Crispin, el principal representante para el Sudeste Asiático del Comité para la Protección de Periodistas (Committee To Protect Journalists / CPJ, por sus siglas en inglés) reveló esta semana que Myanmar se convirtió en el segundo peor carcelero de periodistas del mundo tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
Diciembre 11, 2021 1:26pm
Updated: Diciembre 11, 2021 1:27pm
Este 2021 fue un año especialmente sombrío para los periodistas y los defensores de la libertad de prensa, indicó el informe anual del CPJ (Committee To Protect Journalists / CPJ, por sus siglas en inglés) sobre periodistas encarcelados, al revelar que el número de reporteros en prisión por su trabajo alcanzó un nuevo récord mundial de 293, frente a 280 en 2020. En lo que va de año, al menos 24 periodistas han sido asesinados a causa de su trabajo, y otros 18 murieron en circunstancias demasiado oscuras para determinar si los ataques mortales estaban específicamente dirigidos a ellos, indicó el CPJ.
China sigue siendo, por tercer año consecutivo, el país que más encarcela a periodistas, con 50 de ellos en prisión. Myanmar es el segundo, tras el golpe de Estado del 1 de febrero; Egipto, Vietnam y Bielorrusia, respectivamente, completan los cinco primeros puestos.
Cómo Myanmar se convirtió en el segundo peor carcelero de periodistas del mundo
Hasta el 1 de diciembre había al menos 26 periodistas encarcelados en Myanmar, un panorama desolador con respecto a 2020, cuando ninguno se encontraba en prisión. Algunos se enfrentaron al acoso y a la persecución durante el gobierno elegido de Aung San Suu Kyi que, usando falsos cargos, apoyó el largo encarcelamiento de dos reporteros de Reuters que informaron sobre abusos de derechos humanos contra la minoría étnica rohingya por parte de las fuerzas de seguridad.
El CPJ informó esta semana cómo fue que Myanmar se catapultó en su clasificación anual de periodistas encarcelados como resultado del golpe de Estado que tuvo lugar el 1 de febrero. A partir de entonces, las autoridades suprimieron la cobertura informativa de su dura represión contra los manifestantes antimilitares.
Periodistas detenidos en prisión preventiva enfrentan cargos en virtud del artículo 505(a), una normativa vaga que penaliza fuertemente la incitación y la difusión de "noticias falsas" con penas máximas de hasta tres años de prisión, indicó el CPJ.
El régimen detuvo a decenas de periodistas mientras cubrían las protestas callejeras en favor de la democracia y en contra del golpe de Estado. Tras varias amnistías, muchos fueron puestos en libertad después de varios meses detenidos, Pero al menos cuatro de los periodistas liberados fueron posteriormente condenados y sentenciados a duras penas en virtud de la normativa 505(a).
Entre los liberados se encuentra el periodista estadounidense Danny Fenster, director de Myanmar Frontier, quien fue detenido en el aeropuerto internacional de Yangon en mayo. Tras seis meses de prisión preventiva, en noviembre fue condenado a 11 años de cárcel por tres cargos penales distintos, incluido el del 505(a). Frontier fue puesto en libertad y deportado a los Estados Unidos días después.
El CPJ advirtió que el número real de periodistas encarcelados en Myanmar puede ser mucho mayor que el recuento hecho por esa organización, debido a que muchos medios y agencias de noticias se negaron a identificar a sus freelancers, colaboradores y otros reporteros no pertenecientes a la plantilla, de los cuales dependen para obtener noticias, fotografías y vídeos, a causa de la persecución que podrían enfrentar si se llegara a descubrir que los detenidos están asociados a sus medios de comunicación.
Hanthar Nyein y Nathan Maung, reporteros del medio de comunicación local Kamayut Media, fueron presuntamente maltratados al ser interrogados tras su detención el 8 de marzo, según relató Maung al CPJ durante una entrevista posterior a su liberación, a mediados de junio. Maung también tiene nacionalidad estadounidense. "Mientras hablo de estas experiencias al mundo, Hanthar continúa detenido, como rehén", dijo Maung al CPJ por correo electrónico este mes de diciembre.
Varios ex periodistas también fueron detenidos, según datos recopilados por la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos de Birmania (AAPPB), una organización de derechos enfocada en Myanmar y con sede en Tailandia, pero al momento de publicar el reporte, el CPJ no había podido confirmar cuáles fueron las circunstancias que rodearon muchas de las detenciones de ex periodistas, por lo que no fueron incluidas en su informe.
El Ministerio de Información de Myanmar tampoco respondió a la solicitud de comentarios hecha por el CPJ a través del correo electrónico sobre las acciones del gobierno contra la prensa.
Antes del golpe de Estado, los medios de comunicación independientes operaban abiertamente. Ahora, editores y periodistas declararon al CPJ que creen que el encarcelamiento de los periodistas por parte de la junta militar es la primera manifestación de una campaña más amplia para prohibir la información independiente y restaurar la dura censura de los medios de comunicación presente en anteriores regímenes militares.
"Con mis periodistas en prisión, es difícil reunir noticias e información", declaró Zay Tai, editor jefe de Kanbawza Tai News, un medio de comunicación con sede en el estado de Shan que tenía a tres periodistas entre rejas cuando el CPJ realizó su censo. "Nos preocupa que los que están en prisión sean perseguidos si informamos libremente desde el exterior. Ya no hay libertad de prensa", declaró Tai al CPJ a través de una aplicación de mensajería.
Varios editores que se comunicaron con el CPJ, algunos de ellos bajo anonimato para evitar posibles detenciones, pidieron que sus reporteros detenidos no fueran identificados como sus colaboradores. Algunos están afiliados a organizaciones de noticias a las que la junta militar revocó sus licencias de funcionamiento desde el golpe de Estado.
Decenas de periodistas de Myanmar se esconden de las órdenes de detención emitidas en represalia contra sus actividades informativas, según los datos que la AAPPB facilitó al CPJ.
Una cifra ascendente de periodistas ha huido del país. Debieron optar por el exilio en India y Tailandia para evitar la detención arbitraria y el encarcelamiento en su país, dijeron editores y periodistas al CPJ.
La Voz Democrática de Birmania, un grupo de medios de comunicación locales independientes cuyos reporteros fueron detenidos, condenados y, posteriormente liberados tras el golpe, se encuentra entre los que informan desde el exilio.
"El régimen militar cree que puede ocultar sus fechorías amenazando y deteniendo a los periodistas independientes", declaró por correo electrónico Aye Chan Naing, redactor jefe de DVB y ganador del Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ. "Nunca lo han conseguido en las últimas décadas, y nunca lo conseguirán", puntualizó.