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Derechos Humanos

Afganistán: nuevo fallo del Emirato Islámico sobre los derechos de las mujeres

La educación y el trabajo femenino tendrán que esperar. Los talibanes, para sorpresa de nadie, evitaron tocar esos puntos en su decreto especial, emitido ayer, sobre los derechos de las mujeres.

Diciembre 4, 2021 6:04pm

Updated: Diciembre 4, 2021 6:16pm

En el decreto emitido por el líder máximo del Emirato Islámico sobre los derechos de las mujeres no hubo mención a las demandas de las afganas y de la comunidad internacional en relación con los derechos y las libertades de las mujeres, en particular el derecho a la educación y al trabajo. 

El decreto se limitó a aspectos básicos relacionados con el matrimonio, por ejemplo, una mujer debe consentir el casamiento, no podrá  ser sometida a un matrimonio forzado toda vez que es un ser humano; en cuanto a la viudez, la viuda debe poder acceder a los bienes del marido; o, en la situación de las mujeres que viven en matrimonios con hombres polígamos deben tener unos mínimos de equidad en el marco de esas uniones. "La mujer no es una propiedad, sino un ser humano noble y libre; nadie la puede entregar a cambio de un acuerdo de paz o para poner fin a una animosidad", indicó uno de los seis puntos de decreto talibán.

Bilal Karimi, viceportavoz del régimen talibán, justificó que el decreto se limita por ahora a los derechos que tienen carácter fundamental para las vidas de las mujeres y que a menudo son vulnerados en el marco de ese régimen fundamentalista. 

Los fundamentalistas buscaron tranquilizar, tras la toma del poder, diciendo que en el futuro las mujeres retomarían sus puestos de trabajo, posiciones en centros educativos y en el acceso a la educación, pero también afirmaron que todo ello será dentro de un marco legal limitado por lo que establece la sharía o ley islámica.

De momento, la educación permitida se limita a la primaria y el trabajo se circunscribe al campo de la salud. El resto de mujeres aguardan sus derechos y libertades, protestan y muestran actitudes más combativas que en el pasado, aunque los antecedentes con los talibanes gobernando generan enorme temor. Durante el anterior régimen talibán, entre 1996 y 2001, las mujeres estuvieron recluidas al interior del hogar y solo podían salir de casa acompañadas por un hombre de la familia.

Reacciones al decreto

Hoda Khamosh, activista, aseguró que el decreto habría sido útil para el Afganistán de hace décadas, pero ahora es "una vergüenza cuando  -antes de la reconquista de los talibanes- las mujeres ya podían ser juezas, fiscales, ministras o empresarias".

Massoda Kohistani, también activista, estimó que el decreto es "ridículo" porque todos esos derechos estaban reconocidos en el Afganistán posterior al primer régimen talibán. Kohistani reclamó a los islamistas aferrarse a la Constitución afgana y "no privar a las mujeres y niñas de derechos humanos básicos como el trabajo o la educación". Kohistani pidió a la comunidad internacional presionar a los talibanes para que las mujeres puedan acceder al trabajo y a la educación.

Human Rights Watch (HRW) dijo que ese decreto no establece ningún compromiso fundamental con los derechos de las mujeres. Heather Barr, representante de HRW indicó: "Los talibanes ven a las mujeres como un activo que se transmite del padre al marido y de una familia a otra. Pero no ven a las mujeres como personas que tienen derecho a la educación, al trabajo y a participar en los asuntos políticos, y no se les permite tener voz en la sociedad".

El Representante Especial de Estados Unidos para Afganistán, Thomas West, acogió el decreto con satisfacción en lo que atañe al matrimonio y a los derechos de herencia de las mujeres, pero enfatizó que es necesario hacer más para garantizar todos los derechos y las libertades de las afganas.

Múltiples formas de violencia 

Las afganas, niñas y mujeres, se enfrentan a múltiples formas de violencia, siguiendo un informe de las Naciones Unidas citado por el medio afgano Tolo News, más del 50% de las mujeres en Afganistán sufren violencia.

Un representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para Afganistán dijo que una mujer embarazada muere cada dos horas por falta de servicios de salud. ​El UNFPA precisó que la situación de las mujeres empeorará si la comunidad internacional no aborda sus desafíos cuanto antes. 

El informe de las Naciones Unidas registró que: "más de nueve millones de mujeres en Afganistán actualmente no tienen acceso a la atención médica y una mujer embarazada muere cada dos horas debido a la falta de atención médica".

"Apoyamos los esfuerzos para garantizar que las mujeres afganas den a luz de manera segura y vivan una vida libre de violencia", dijo Alexander Sasha Budiroza, representante del UNFPA en Afganistán. "Si queremos mantener los logros de las dos últimas décadas en Afganistán, los derechos humanos de todos los afganos, especialmente los de las mujeres y las niñas, deben ser protegidos y respetados", puntualizó.

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Mientras tanto, las médicas del país piden a la Organización Mundial de la Salud aumentar la asistencia para que las mujeres puedan acceder a los servicios de salud.

"La situación de salud en los hospitales del país es muy preocupante, y cada hora estamos perdiendo una mujer enferma. La falta de equipos y la falta de medicamentos han provocado esta situación", dijo la obstetra Zahra Barakzai. 

La doctora Zahra Mohammadi dejó constancia de la alarmante desnutrición tanto en mujeres embarazadas, como en aquellas que dan a luz, así como en los niños al nacer, debido a la precariedad económica que enfrentan los ciudadanos en ese país.

Estos informes muestran el grado de la violencia que se ejerce contra las mujeres y que puede ser incluso más grave en provincias remotas que no se incluyen en los estudios, observó Banafsheh Yaqubi, activista de derechos humanos.

El Ministerio de Salud Pública indicó que no puede confirmar las cifras, pero admitió la existencia de problemas en el sector salud. "No hemos realizado ninguna nueva encuesta para confirmar oficialmente la tasa de mortalidad materna, pero reconocemos que hay problemas", dijo Abdul Bari Omar, viceministro de Salud. "Estamos trabajando para solucionarlo lo antes posible".

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo recientemente que, hasta mediados de noviembre, 670.000 personas fueron desplazadas de sus principales áreas dentro de Afganistán y que el 80% son mujeres y niños que además sufren y enfrentan problemas económicos y de salud.