“Tengo una bomba en la maleta”: la broma que salió mal en un aeropuerto

“Tengo una bomba en la maleta” es una frase que jamás deberías usar en ningún aeropuerto del mundo. Tras los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 la seguridad en las terminales áreas aumentó de manera exponencial y cualquier indicio de anormalidad, produce un gran problema. Hace más de 20 años, la frase que antes podía pasar como una broma, deriva en una alerta seria y tiene consecuencias impensadas. Pero una argentina, no lo sabía.

La mujer de 77 años que vive en Mendoza y que el pasado 3 de febrero iba a viajar a esa provincia en la línea aérea “low cost” Flybondi, aprendió bien la lección según los medios.

La señora al parecer no estaba muy familiarizada con el sistema de facturación de Flybondi cuando llegó a hacer el check-in en el mostrador 6 del Aeroparque Jorge Newbery. Ese primer viernes de febrero, la anciana a la que se identificó como M.I.S., tenía asignado el asiento 8F del vuelo 5058 que salía a las 21.15 horas hacia su destino.

La jubilada se presentó en el mostrador y preguntó si podía llevar en la cabina una maleta tipo “carry on” color azul. Pero el problema comenzó cuando la empleada de Flybondi pesó dicho equipaje y le dijo que debía ser despachada en bodega y eso tenía un costo extra. La mujer aceptó.

Unos segundos después la chica advirtió que la mujer tenía dos carteras y una bolsa y que eso excedía la cantidad de equipaje permitido para llevar en la cabina. A la pasajera no le gustó mucho esa idea tras varias explicaciones, pagó por una segunda pieza y siguió con los trámites para despachar su equipaje.

Ahí fue cuando la representante de la línea área formuló las preguntas de rigor sobre los objetos prohibidos de llevar en las valijas que se despachan en la bodega de los aviones: “¿Lleva explosivos, gases, combustibles, aerosoles, sustancias tóxicas, radioactivas, corrosivas?”. Y aunque la respuesta habitual suele ser: “No”, la señora que iba a Mendoza respondió de manera extraña: “Tengo una bomba en la maleta”. La empleada repitió la pregunta y la mujer contestó lo mismo. En menos de dos minutos había todo un despliegue en el aeropuerto.

Inmediatamente se suspendió el check-in de la línea Flybondi y en otras empresas contiguas, se evacuó la zona, y se comunicó la situación a la Administración Nacional de Aviación Civil del país. Ahí aparecieron los Bomberos de la Policía Federal Argentina y una ambulancia.

Cuando revisaron la famosa maleta azul mediante un dispositivo llamado Sabre 5000 el resultado fue negativo. Tras buscar rastros de explosivos en todos los equipajes de la mujer, concluyeron que era una broma de mal gusto.

Aunque la mujer intentó explicar que “todo era un malentendido”, el caso pasó al juzgado federal que estaba de turno. La señora está bajo investigación judicial por el delito de intimidación pública, y tras un juicio podría obtener una pena de dos a seis años de cárcel.