Rescatistas argentinos buscan sobrevivientes tras derrumbe de hotel en la popular ciudad de Villa Gesell

Los equipos de rescate argentinos iniciaron las labores de búsqueda de sobrevivientes tras el derrumbe de un hotel de 10 plantas en la costa del país.

El hotel Dubrovnik, situado en la localidad costera de Villa Gesell de la provincia de Buenos Aires, se derrumbó repentinamente este martes por la mañana en una escena espeluznante que algunos describieron como “una película de terror”.

Informes internacionales indican que podría haber, en ese momento, alrededor de unas 15 personas en el interior del hotel, que estaba escasamente ocupado ya que se encontraba en proceso de renovación, cuestión esta que podría generar problemas legales.

Según las autoridades, los organismos gubernamentales locales ordenaron al hotel cesar y desistir de sus renovaciones a principios de agosto porque sus contratistas carecían de los permisos adecuados.

Sin embargo, los periodistas entrevistaron a vecinos de la zona, que afirmaron que las obras continuaron a pesar de las órdenes contrarias del gobierno municipal.

Una residente local, Mónica Mino, que vive cerca del hotel, declaró a Reuters que el edificio “se transformó en una nube de polvo y no podíamos ver nada. Oímos como un terremoto... fue terrible. Es como si estuviéramos viviendo una película de terror”, declaró a la agencia internacional de noticias.

Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, escribió en la red social X que se habían enviado dos equipos de búsqueda y rescate al lugar de la catástrofe, situado a 217 kilómetros de la capital del país.

La ministra agregó que el equipo de especialistas en rescate incluía ingenieros estructurales y un equipo canino, todos entrenados para buscar sobrevivientes en edificios derrumbados, y que están armados con el equipo y los recursos necesarios para ampliar los esfuerzos locales.

Desde que se derrumbó el edificio, los equipos de rescate han trabajado sin descanso para rescatar a los sobrevivientes que pudieran estar atrapados bajo los escombros. Hasta ahora, las autoridades han rescatado a una mujer y han encontrado el cadáver de un octogenario.

Entre los desaparecidos hay obreros de la construcción que, según las autoridades locales, trabajaban “clandestinamente, sin cumplir la normativa municipal”, según un comunicado hecho público por las autoridades. 

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, declaró a la radio local que cuatro albañiles que trabajaban en la reforma también sobrevivieron al derrumbe, pero que ya han sido detenidos por las fuerzas del orden para ser interrogados.

Alonso también declaró que, según los residentes locales, algunas de las reformas podrían haberse realizado en el sótano, lo que plantea dudas sobre la integridad estructural del edificio.

Las fotografías tomadas desde arriba del hotel muestran enormes daños estructurales, con dos rescatistas de pie sobre un tejado derrumbado y bloques de cemento del hotel que también atravesaron los tejados de las viviendas cercanas.

El municipio de Villa Gesell es un popular balneario con numerosos hoteles situados a poca distancia del mar. El lugar creció en población y se expandió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en la base de numerosos inmigrantes europeos.

Muchos europeos que llegaron a la pequeña ciudad costera argentina construyeron los primeros hoteles y restaurantes del municipio. Los españoles administraban tiendas y hoteles, mientras que muchos italianos trabajaban en la construcción.

La construcción y el desarrollo continuaron durante las décadas de 1950 y 1960 y la pequeña ciudad costera sudamericana pronto se convirtió en un popular destino vacacional para los jóvenes argentinos.

En 2008 las autoridades locales intentaron darle un cambio de imagen para atraer a turistas de más edad sustituyendo los festivales anuales de conciertos de rock por espectáculos musicales orientados a las familias, pero sufrió un revés en 2020, cuando un estudiante de Derecho de 18 años, Fernando José Báez Sosa, fue asesinado por ocho forasteros de Buenos Aires.