Crimen y Corrupción
Revelan trama de espionaje iraní en Cuba y Venezuela en el que está involucrado copiloto de avión retenido en Argentina
El presidente paraguayo asegura que Mohammad Khosraviragh, el copiloto del avión del Boeing de la aerolínea Emtrasur retenido en Ezeiza, se había sometido en Cuba a una cirugía plástica para cambiar su rostro
Julio 4, 2022 12:37pm
Updated: Julio 4, 2022 5:14pm
El expresidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, era conocido por frecuentar América Latina para encontrarse con sus amigos del “eje bolivariano”, asegurando que quería “contrarrestar el lazo con Estados Unidos”, comentaba un diplomático cubano hace unos años.
Entre 2005 y 2013, Ahmadinejad viajó nueve veces al continente americano, siempre con escala en Venezuela con tramos a Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
Han pasado nueve años desde la salida de Ahmadinejad del poder, pero la relación entre el gobierno de su país con Venezuela y Cuba se ha mantenido desde entonces. Estos tres países comparten diversas sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
Según el artículo de Gustavo Sierra para Infobae, entre esos tres gobiernos hay intereses políticos y económicos cruzados: El PBI de Irán es de 1,4 billones de dólares y el de Cuba apenas de 100.000 millones. Irán y Venezuela tienen petróleo, mientras que Cuba tiene médicos, conocimiento en transporte de infraestructura para burlar sanciones comerciales y azúcar, necesaria a Teherán.
También hay intercambio de transporte y tecnología. El resto de los intereses son tapaderas para financiar sus compras “clandestinas” en mercados cerrados por la vía oficial, el lavado de dinero y la financiación a través de comercio híbrido (lícito/ilícito).
Sierra asegura que en esta red también está el Hezbollah, el partido militar libanés creado y financiado por la Guardia Revolucionaria iraní, que tiene una base de operaciones en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, así como operaciones comerciales y militares en Venezuela.
En este contexto, se creó una alianza fuerte también entre sus servicios de inteligencia. Las tres naciones mantienen regímenes que se apoyan en estructuras de espionaje.
“Los cubanos tienen un servicio de inteligencia muy conocido y capaz sobre el terreno que puede proporcionar acceso, información y apoyo a otros que también tienen intereses similares como Irán, Venezuela y otras naciones hostiles a Estados Unidos”, indicó la profesora Marzia Giambertoni de Brown University, en Providence.
La familia de Edgardo Rubén “Soheil” Assad, hijo de inmigrantes libaneses en Argentina que regresó al país de sus padres cuando tenía 20 años y un viejo conocido de los servicios de inteligencia de todo el continente, fue investigada entonces por presuntos vínculos con Nidal Bazoun, un miembro del Hezbollah, que estuvo en Buenos Aires cuando se produjo el atentado de 1994 contra el centro cultural judío AMIA, en el que murieron 85 personas.
Assad lidera una red de chiítas cubanos donde se mueven los agentes especiales iraníes que viajan frecuentemente entre Cuba y Venezuela, que también toman alguno de los dos vuelos semanales de Mahan Air hacia Irán.
Sierra concluye que por allí podría haber ingresado Mohammad Khosraviragh, el copiloto del avión del Boeing de la aerolínea Emtrasur retenido en Ezeiza y que, según el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, se había sometido en Cuba a una cirugía plástica para cambiar su rostro.
En el caso se denunció que el verdadero apellido del copiloto es Khosrviragh y que supuestamente se trataría de un alto cargo de la Fuerza Quds de Irán, quien habría trabajado con el asesinado general Qassem Soleimani y estaba a cargo de “las fuerzas especiales externas” como las que tienen presencia en Cuba y Venezuela.