Pasar al contenido principal

Derechos Humanos

El deterioro de los servicios públicos en Venezuela: una crisis en constante profundización

Pero las alternativas también son costosas. En un país donde el sueldo medio es de apenas 150 dólares al mes y el salario mínimo no llega a 5 dólares

Compran agua en una casa con pozo artesanal en Venezuela
Compran agua en una casa con pozo artesanal en Venezuela | EFE

Agosto 18, 2023 2:42pm

Updated: Agosto 18, 2023 2:42pm

La sociedad venezolana se enfrenta desde hace años a una tormenta perfecta de crisis económica y política, y ahora se suma una preocupación aún mayor: el alarmante deterioro de los servicios públicos en el país.

Las fallas recurrentes en el suministro de agua, electricidad y gas han sumido a la población en una lucha diaria por acceder a los recursos básicos, lo que ha llevado a una especie de "privatización de facto" en la que la gente se ve obligada a buscar soluciones por su cuenta, aunque eso signifique gastar el poco dinero que tienen. Un informe de la agencia de noticias AFP documenta este caótico panorama.

Las penurias diarias a las que se enfrenta la población son desgarradoras. En un barrio de la capital, Caracas, un vecino expresaba su entusiasmo gritando "¡Ya llegó el agua!" cuando por fin llegó el suministro. Pero este momento de alivio se ve empañado por la incertidumbre: la gente corre a llenar cubos y botellas con la esperanza de tener reservas para cuando se vuelva a cortar el suministro.

El testimonio de Yusmary Gómez, vecina de La Jota, refleja la crudeza de la realidad. Cuenta cómo ha pasado meses sin agua y cuando llega, la calidad es cuestionable. De los grifos sale agua amarillenta, lo que la lleva a comprar botellas de 20 litros en su lugar de trabajo. Cada botella consume parte de su salario y, con las dificultades económicas, debe tomar decisiones difíciles sobre cómo utilizar estos recursos limitados.

La falta de servicios también afecta a la educación. Los mensajes que llegan a las escuelas confirmando la falta de agua cancelan las actividades y dejan a los alumnos sin opciones. Es un círculo vicioso en el que la falta de recursos básicos afecta incluso a la posibilidad de aprender.

El acceso al gas es otro reto crucial. Sólo el 17% de la población tiene acceso al gas canalizado, según las mediciones de Monitor Ciudad. Isora Bazán, una jubilada de 61 años, cuenta cómo ha tenido que recurrir al mercado negro para conseguir bombonas de gas, gastando una parte importante de su exigua pensión mensual. Su historia pone de manifiesto la difícil elección a la que se enfrentan los ciudadanos cuando tienen que priorizar entre las necesidades básicas.

La electricidad, pilar de la vida moderna, también escasea. Los apagones constantes y prolongados afectan a la vida cotidiana, provocan el desperdicio de alimentos y dañan los electrodomésticos. 

Pero las alternativas también son costosas. En un país donde el sueldo medio es de apenas 150 dólares al mes y el salario mínimo no llega a 5 dólares, comprar generadores o pagar camiones cisterna se convierte en un reto monumental.

Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela, culpa a las sanciones de Estados Unidos de esta crisis, pero lo realmente cierto es que años de políticas socialistas sumados a años de desinversión, corrupción y mala gestión son factores determinantes.