Acuerdos entre Venezuela y Brasil suscitan preocupación por colaboración en materia de inteligencia

A una semana y media de la visita de Nicolás Maduro a Brasil, se revelaron nuevos detalles sobre su viaje y los acuerdos alcanzados entre Caracas y Brasilia. Los detalles incluyen una declaración conjunta y dos acuerdos, uno sobre cooperación entre las cancillerías y otro sobre apoyo agroalimentario por parte de Lula a Venezuela. 

Sin embargo, el punto más controvertido de la declaración conjunta es el número 38, que destaca la necesidad de aumentar la colaboración en inteligencia y fortalecer las redes de informantes entre ambos países, reportó el diario argentino Infobae.

Esta propuesta de colaboración en inteligencia ya había sido presentada por Maduro a Colombia, según denunció el expresidente colombiano Iván Duque. En este caso, se sospecha que el interés de la dictadura venezolana es obtener información sobre operaciones de inteligencia realizadas en conjunto con Estados Unidos y el Reino Unido, así como investigar a funcionarios colombianos que han combatido el narcotráfico y las actividades de grupos armados en la región.

Sin embargo, transmitir información sensible como el narcotráfico y la minería ilegal a Venezuela puede aumentar los problemas en lugar de solucionarlos. Maduro y su círculo militar han sido acusados de lucrar con la minería ilegal y el contrabando de oro, y tanto él como otros políticos cercanos son buscados por narcotráfico por Estados Unidos, resalta el medio citado.

Además, se teme que la inteligencia cubana, que ya está infiltrada en Venezuela desde la época de Hugo Chávez, pueda infiltrarse también en Brasil, convirtiéndolo en objetivo del espionaje cubano, añadió.

En la declaración conjunta, ambos países se comprometen a apoyar la promoción y protección de los derechos humanos, pero no se mencionan las denuncias de violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Venezuela realizadas por la ONU y la Corte Penal Internacional (CPI).

Además de los acuerdos políticos, se habló de reactivar la conexión eléctrica entre el estado venezolano de Bolívar y el estado brasileño de Roraima, que actualmente depende de centrales termoeléctricas de combustibles fósiles.

También se mencionó la deuda de Venezuela con Brasil, que asciende a 1.270 millones de dólares contraídos durante los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff. El ministro de Economía de Brasil anunció la reprogramación de los pagos y la creación de un grupo de trabajo especial para abordar este tema.

La estrecha relación entre Maduro y Lula da Silva está generando expectativas sobre cómo esto podría influir en las garantías electorales y la credibilidad de las próximas elecciones presidenciales en Venezuela. Expertos señalan que la influencia política de Lula sobre Maduro dentro y fuera del país podría ser un respaldo significativo.

El politólogo Pablo Andrés Quintero explicó que Lula tiene una gran influencia sobre Maduro debido a su largo historial de amistad e ideología compartida, ya que se conocieron durante la dictadura de Hugo Chávez. 

Los expertos opinan que el gobierno brasileño buscará mediar en la situación política de Venezuela, promoviendo la democratización de las elecciones, levantando inhabilitaciones a opositores, respetando los resultados electorales y permitiendo la observación internacional. Además, es probable que Brasil busque mejorar las relaciones económicas y favorecer la reinserción de Venezuela en el ámbito político internacional.

"Al presidente Lula le conviene que el presidente Maduro se enrumbe por el camino democrático y no le genere tantos estorbos a la comunidad internacional y tampoco le genere tantas incomodidades al gobierno de (Joe) Biden, porque el principal socio comercial de la región para Brasil es el gobierno de los Estados Unidos", explicó Quintero a EFE.

Sin embargo, algunas declaraciones de Lula sobre la crisis en Venezuela han sido criticadas por la oposición venezolana y otros líderes internacionales, argumentando que la situación no es una construcción narrativa sino una crisis real.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, alertó sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y pidió a otros líderes que no ignoren la realidad. Gabriel Boric, presidente socialista de Chile, también expresó su desacuerdo con las declaraciones de Lula, afirmando que la situación en Venezuela es grave.