UNESCO concede a la baguette francesa el estatus de Patrimonio Cultural

La baguette, el pan básico de Francia, fue incluida el miércoles en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

El organismo de las Naciones Unidas votó a favor de incluir el "saber hacer artesanal y la cultura del pan de la baguette" en su lista de patrimonio cultural, el cual incluye 600 tradiciones de más de 130 países.

El anuncio "celebra el modo de vida francés: la baguette es un ritual cotidiano, un elemento estructurante de la comida, sinónimo de compartir y de convivencia. Es importante que estos conocimientos y hábitos sociales sigan existiendo en el futuro", declaró la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay.

La baguette francesa, una barra de pan alargada con corteza crujiente, es parte esencial de la dieta francesa desde hace más de 100 años.

Aunque se desconoce el origen de la baguette, algunos especulan que fue creada por panaderos de Napoleón Bonaparte, en su intento por crear un pan más ligero y portátil para las tropas. Sin embargo, otros afirman que fue un panadero austriaco llamado Andrew Zang quien ideó este alimento.

El famoso pan se elabora únicamente con harina, agua, sal y levadura. Para que adquiera su sabor clásico, la masa debe reposar entre 1,5 y 2 horas a una temperatura de entre 39 y 43 grados Fahrenheit (4 a 6 grados Celsius), según la Confederación Francesa de Panaderos.

Aunque el consumo de baguettes ha disminuido en las últimas décadas, en Francia se elaboran unos 16 millones de estos panes al día, según una estimación de Fiducial publicada en 2019. Sin embargo, cada panadería tiene su propio estilo de elaboración.

La popularidad de este pan esponjoso y a la vez crujiente se ha extendido por todo el mundo, y muchos países lo venden incluso en sus supermercados locales.

Otros elementos incluidos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO son la elaboración tradicional del té en China y un baile de máscaras coreano conocido como "talchum".