Rusia afirma que casi 700 ucranianos más se han rendido en Mariupol

El Kremlin anunció el miércoles que casi 700 soldados ucranianos se rindieron en la ciudad portuaria de Mariupol, poco más de un día después de que Kiev ordenara a sus fuerzas que se retiraran y concedieran a Rusia su primera victoria importante desde que el presidente Vladimir Putin lanzó su "operación militar especial" el 24 de febrero.

Según el Ministerio de Defensa ruso, otros 694 combatientes se rindieron el martes por la noche, lo que eleva el número total de fuerzas capituladas a 959. Denis Pushilin, el líder de las fuerzas prorrusas que controlan la zona, comentó a los periodistas locales que, a pesar de la rendición, los altos mandos ucranianos seguían dentro de la planta siderúrgica de Azovstal.

Although Ukrainian officials confirmed the surrender of more than 250 fighters on Tuesday, Kyiv has remained silent about the subsequent surrenders, Reuters reported.

Aunque las autoridades ucranianas confirmaron el martes la rendición de más de 250 combatientes, Kiev no ha dado información sobre nuevas claudicaciones, según Reuters.

"El Estado está haciendo los mayores esfuerzos para rescatar de nuestros militares. Hay que esperar. En estos momentos, lo más importante es salvar la vida de nuestros héroes. Cualquier información que se publique podría poner en peligro ese proceso", expresó el portavoz militar Oleksandr Motuzaynik.

A su vez, el alcalde de Mariupol, Vadym Boichenko, señaló que el presidente Volodímir Zelenski discute actualmente las opciones humanitarias con la Cruz Roja y las Naciones Unidas, pero no dio más detalles sobre la caída de su ciudad.

"Desgraciadamente, el tema es muy delicado y hoy se están llevando a cabo conversaciones muy frágiles, por lo que no puedo decir nada más", agregó.

La caída de Mariupol y la entrega de la planta de Azovstal pondrían fin a uno de los capítulos más sangrientos de la guerra y ofrecerían a Putin una importante victoria en una desastrosa campaña militar que, hasta ahora, parece no ir por buen camino. Desde que se retiraron de Kiev, las fuerzas rusas han continuado hacia otros objetivos, en su intento por capturar más territorio en la región del Donbás, en el sureste de Ucrania, la cual el Kremlin ha reclamado en nombre de los separatistas desde 2014.

Aunque la ciudad ha quedado reducida a escombros, su captura otorga a Moscú el control de la costa del mar de Azov, así como un puente terrestre entre el este y sur de Ucrania.