Primera dama de Ucrania habla con Vogue sobre trauma, separación y victoria durante "guerra de exterminio" rusa

La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, ha saltado al escenario mundial en medio de la "guerra de exterminio" de Rusia.

La escritora de 44 años habló sobre cómo ha estado aprovechando una plataforma global para arrojar luz sobre las atrocidades rusas contra su país y su gente mientras hablaba con Rachel Donadio de Vogue para su portada digital especial.

“Estos han sido los meses más horribles de mi vida y de la vida de todos los ucranianos”, dijo Zelenska. "Francamente, no creo que nadie está consciente de cómo nos las hemos arreglado emocionalmente. Estamos ansiosos por la victoria. No tenemos dudas de que prevaleceremos. Y esto es lo que nos mantiene en marcha".

Aunque Zelenska reveló que prefería "estar tras bamabalinas" en su vida profesional y privada, desde la elección de su esposo Volodymyr Zelenskyy en 2019 y la reciente invasión de Rusia, se la ha puesto al frente de la diplomacia de su país.

Conoció a su esposo por primera vez en la escuela secundaria, donde se enamoraron. Fueron a la universidad antes de que ambos cambiaran el rumbo de sus títulos (ella estudió arquitectura, Zelenskyy estaba estudiando derecho) al ingresar al mundo de la comedia satírica.

Cuando su esposo se postuló para presidente después de un tremendo éxito en la televisión, le dijo a Vogue que entendía por qué él sentía la necesidad, pero "al mismo tiempo sentí que mi vida y la vida de mi familia cambiarían radicalmente. El cambio sería muy largo, duradero y bastante complejo".

Ahora dice, después de todo lo que ha pasado durante el mandato de su marido, “tenía razón”.

Sin embargo, como la mayoría de los ucranianos, ha superado con creces los desafíos que enfrenta su país.

La Primera Dama realizó una visita no oficial al presidente Joe Biden y a la primera dama Jill Biden en Washington, D.C., donde le pidió al Congreso "algo que nunca querría pedir: estoy pidiendo armas, armas que no se usarían para librar una guerra en la tierra de otra persona sino para proteger el hogar de uno y el derecho a despertar vivo en ese hogar".

La invasión del presidente ruso, Vladimir Putin, ya ha desplazado a millones y el número de civiles muertos sigue aumentando.

Zelenska se ha centrado en el bienestar y la salud mental de los ucranianos, mientras que al presidente Zelenskyy se le ha encomendado la tarea de movilizar el país de manera estratégica y segura. La Primera Dama ha estado liderando una iniciativa que busca capacitar a profesionales de la salud mental y socorristas de primera línea para brindar la atención de trauma psicológico necesaria a los ciudadanos durante lo que ella llamó la "guerra de exterminio" de Rusia.

Con la primera familia convirtiéndose en objetivos rusos, Zelenska admitió con cansancio que "no puedo pensar en eso demasiado en serio porque de lo contrario me volvería paranoica". La amenaza ha pasado factura a la familia. De hecho, su esposo no ha visto a sus dos hijos, Oleksandra, de 18 años, y Kyrylo, de 9, desde el comienzo de la invasión por razones de seguridad.

"Está pasando por un momento mucho más difícil en este sentido", dijo Zelenska. "Él sufre. Y luego mis hijos también porque no pueden verse".

Mientras que Zelenskyy dijo: "Los he estado extrañando. He querido abrazarlos tanto. He querido poder tocarlos".

En los primeros meses del asalto ruso, Zelenska y los niños se trasladaron de un lugar seguro a otro. Durante ese tiempo, ella escribiría e intentaría reutilizar iniciativas anteriores para tiempos de guerra. También intentaría ayudar a su hijo con el aprendizaje a distancia y ocuparlo con juegos de mesa mientras la guerra azotaba su país.

En esas primeras semanas, Zelenska también releyó "1984" de George Orwell y encontró similitudes entre la novela distópica y los invasores de su país.

"Es una coincidencia horrible", dijo. "Es una imagen de lo que está sucediendo en Rusia en estos días".