El Kremlin envió 400 mercenarios a Kiev para asesinar a Zelensky

El gobierno ruso envió a Kiev a más de 400 mercenarios a sueldo, con la misión de desmantelar el gobierno de Zelensky a cambio de una cuantiosa recompensa económica, según un reportaje publicado por The Times of London.

Según el informe, entre 2.000 y 4.000 mercenarios del Grupo Wagner, una empresa militar rusa privada que al parecer es propiedad del aliado de Putin Yevgeny Prigozhin, entraron en Ucrania a través de Bielorrusia en enero y recibieron la orden de matar a 23 altos funcionarios ucranianos, entre ellos el presidente Zelensky, el primer ministro Denys Shmyhal y el alcalde de Kiev Vitali Klitschko.

Tras recibir información sobre la presencia de los mercenarios en el país, el sábado, el gobierno de Zelensky puso en marcha un toque de queda en Kiev desde las 17:00 hasta las 8:00 horas, vigente durante al menos 36 horas, con el fin de proporcionar una "defensa más eficaz de la capital" y garantizar "la seguridad de sus habitantes".

"Todos los civiles que estén en la calle durante el toque de queda serán considerados miembros de los grupos de sabotaje y reconocimiento del enemigo", tuiteó el sábado el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. "Por favor, traten la situación con comprensión y no salgan a la calle". 

El lunes, un alto funcionario de defensa estadounidense dijo a los periodistas que el gobierno estaba al tanto de la existencia de fuerzas de reconocimiento en Kiev, pero que no podía confirmar que esas fuerzas hubieran recibido la orden de asesinar a Zelensky.

En diciembre del año pasado, la Unión Europea sancionó al Grupo Wagner, respaldado por el Kremlin, por graves abusos contra los derechos humanos, como torturas y ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y asesinatos durante operaciones en Libia, Siria, la República Centroafricana y la región ucraniana de Donbás.

Putin ha recurrido en gran medida al apoyo militar exterior desde que invadió Ucrania el jueves.

Durante el fin de semana, soltó un escuadrón de unos 12.000 combatientes yihadistas chechenos en Ucrania, ordenándoles supuestamente que detuvieran o mataran a un grupo selecto de funcionarios ucranianos.

Ramzan Kadyrov, el líder islamista de la región rusa de Chechenia y uno de los secuaces más leales de Putin, dijo el sábado que las fuerzas bajo su control se habían desplegado en Ucrania y que hasta ahora no habían sufrido pérdidas, informó Reuters.

"A día de hoy, desde este minuto, no tenemos ni una sola baja, ni un solo herido, ni un solo hombre ha tenido ni siquiera un moqueo", dijo Kadyrov, insistiendo en que las fuentes ucranianas y las informaciones de los principales medios de comunicación eran todas falsas.

"El presidente (Putin) tomó la decisión correcta, y cumpliremos sus órdenes bajo cualquier circunstancia", añadió.

Según fuentes de Moscú, los combatientes recibieron una "baraja de cartas" con las fotos y descripciones de los legisladores y agentes de seguridad sospechosos de "delitos" por parte del Comité de Investigación ruso, informó The Daily Mail.

El día antes de que sus tropas entraran en Ucrania, el líder musulmán -que anteriormente se describió a sí mismo como el "soldado de a pie" de Putin- se dirigió a sus fuerzas en la plaza central de la capital chechena de Grozny y dijo que más de 70.000 combatientes voluntarios servirían en los "puntos más álgidos de Ucrania".

"Aprovechando esta oportunidad, quiero dar un consejo al actual presidente Zelensky para que llame a nuestro presidente, el comandante supremo Vladimir Vladimirovich Putin, y se disculpe por no haberlo hecho antes. Hágalo para salvar a Ucrania. Pida perdón y acepte todas las condiciones que Rusia le ponga. Este será el paso más correcto y patriótico para él", declaró el dirigente.