Bombardeos rusos se intensifican a pesar de promesas de "reducir drásticamente" invasión a Ucrania

Aunque Rusia anunció el martes que "reduciría drásticamente" sus operaciones militares en Ucrania, el miércoles las bombas rusas alcanzaron objetivos civiles en las afueras de Kiev y en una ciudad asediada del norte del país europeo.

Tras reunirse con su homólogo ucraniano en Estambul el martes, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, declaró a la prensa que Moscú ha logrado sus objetivos militares y que ahora está preparado para empezar a reducir sus agresiones.

"Con el fin de aumentar la confianza mutua y crear las condiciones necesarias para seguir negociando y alcanzar el objetivo final de acordar y firmar (un) acuerdo, se tomó la decisión de reducir radicalmente, en gran medida, la actividad militar en las direcciones de Kiev y Chernihiv", aseveró Fomin.

El diplomático ruso añadió que las discusiones en curso sobre la "neutralidad y el estatus no nuclear de Ucrania" habían contribuido a esa decisión.

Funcionarios estadounidenses, por su parte, advirtieron que el anuncio del Kremlin podría ser una estratagema para permitir que las fuerzas rusas se reagrupen y repongan las líneas de suministro que se tambalean.

Reporteros sobre el terreno informaron el miércoles que escucharon la intensificación de los bombardeos en dirección a los suburbios del frente de la capital ucraniana. Aunque Kiev no fue alcanzada por los bombardeos nocturnos, las ventanas se estremecieron por "la implacable artillería en su periferia", informó Reuters.

Según el alcalde de Chernihiv, Vladyslav Astroshenko, más de 100.000 personas quedaron atrapadas en la ciudad y advirtió que las provisiones sólo podrían durar una semana más.

"Esto es una confirmación más de que Rusia siempre miente. De hecho, han aumentado la intensidad de los ataques", con "un colosal ataque de mortero en el centro de Chernihiv" que el miércoles hirió a 25 civiles, acusó en una entrevista con CNN.