Violación. Extorsión. Muerte. Migrantes pagan un precio inhumano para llegar a la frontera abierta de Biden

La semana pasada, 53 inmigrantes ilegales murieron cocinados en la parte trasera de un camión que los pasó de contrabando a través de la frontera de Texas, una cifra mucho mayor que los tiroteos masivos en Buffalo y Uvalde combinados.

Mucho antes de esa atrocidad, el alguacil Mark Lamb fue testigo de una prueba extraordinaria que lo convenció de la inhumanidad de la frontera abierta del presidente Joe Biden.

Era una bolsita de plástico, metida en el bolsillo de la camisa de una joven migrante atrapada por sus agentes deambulando por el condado de Pinal, Arizona.

"Tenía una bolsita llena de pastillas", relató Lamb. "Entonces comenzamos a decir: 'Oye, ¿qué son estas pastillas?' Y ella dice: 'Mira, cuando cruzaba la frontera, sabía que me violarían varias veces. Así que estas son las píldoras del día después'".

Su respuesta, y el hecho de que a la bolsita ya le faltaban algunas pastillas, fue suficiente para asombrar incluso a los veteranos policiales más curtidos, dolorosamente conscientes de que la frontera abierta que Biden ha traído al mundo desde hace 18 meses incita a cientos de miles de inmigrantes ilegales a emprender peligrosas viajes en manos de cárteles criminales, para los cuales la violación, la extorsión, la esclavitud por contrato y los viajes mortales dentro de camiones hirvientes o a lo largo de ríos embravecidos se han convertido en el precio de admisión.

"Las mujeres son violadas a diario, los niños son utilizados como peones de drogas, los hombres son extorsionados", dijo Lamb a Just the News en una entrevista reciente. "¿Díganme cuándo, para los estadounidenses, esto se volvió aceptable, solo porque encaja en su política? El verdadero problema humanitario es lo que los cárteles están haciendo a los seres humanos a diario. Tiene que parar".

La angustia de Lamb es compartida por congresistas, gobernadores, consejeros y agentes de la patrulla fronteriza cuyas historias de alarma a menudo son ahogadas por medios mucho más interesados ​​en el aborto, los tiroteos masivos y las audiencias del 6 de enero.

Brandon Judd, presidente del sindicato que representa a los agentes de la patrulla fronteriza, dijo que las 53 muertes en la parte trasera de un semirremolque en San Antonio son solo una pequeña muestra del número diario de muertes que sus colegas presencian pero que no siempre ven en la prensa.

"El problema ha empeorado mes tras mes", dijo Judd al programa de televisión "Just the News, Not Noise" la semana pasada. "Y ahora estamos viendo muertes. Tan trágico como este evento único que mató a más de 50 personas, estamos viendo muertes en la frontera todos los días. Cuando miras mes a mes, tenemos hasta 10 ahogados en el Río Río Grande todos los meses. Esto sucede todo el tiempo. Y esta administración se niega a abordarlo".

El dolor se ha convertido cada vez más en ira a medida que los políticos fronterizos buscan responsabilizar a Biden y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por atraer a cientos de miles de migrantes a un viaje más inhumano al norte de la frontera de Estados Unidos en manos de carteles criminales. Y con ese viaje vienen millones de píldoras de contrabando mezcladas con niveles mortales de fentanilo que el año pasado ayudaron a matar a 107,000 estadounidenses por sobredosis y envenenamiento.

"Estos cárteles de la droga, las políticas fronterizas de Joe Biden han creado este sindicato allá donde la vida humana no significa absolutamente nada, donde alguien puede dejar a 50 personas en la parte trasera de un camión, en un clima de más de 100 grados solo para morir en la tierra de los osos, en el centro de Texas, en San Antonio", dijo el representante Brian Babin, republicano de Texas.

“Los mejores propagandistas que tienen los cárteles en Estados Unidos son Joe Biden y Alejandro Mayorkas”, dijo Babin. “Son coparticipantes del tráfico de personas, el tráfico sexual y el tráfico de drogas. Cualquier cosa que se te ocurra, nuestra patrulla fronteriza y en nuestros ganaderos, en nuestros propietarios tandrán que enfrentarlo. Y simplemente han renunciado a sus compromisos en su juramento de cargo de proteger y hacer cumplir la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América”.

El departamento del alguacil del condado de Tulare, Mike Boudreaux, en California, capturó recientemente a dos narcotraficantes con 150.000 pastillas de fentanilo. Fueron liberados en solo dos días como resultado de las políticas demócratas. Boudreaux dijo que el problema se resolvería casi de inmediato con solo Washington levantar un dedo.

“El presidente Biden puede hacer algo muy simple para iniciar el proceso de recuperación y es cerrar nuestra frontera”, dijo Boudreau. "Tiene que ser segura. Las personas van a ser traídas a la frontera. Los seres humanos van a ser parte del tráfico. Las drogas cruzan nuestra frontera. El fentanilo está matando gente en todo el país, no solo en el estado de California, sino en mi condado. Las personas están siendo utilizadas y abusadas".

Judd, el jefe del sindicato de la patrulla fronteriza, dijo que sus agentes han presentado el mismo caso a la administración, pero está claro que Biden no está dispuesto a enfrentarse a los activistas de extrema izquierda de su partido.

“La administración podría proteger al público estadounidense”, dijo. “Pero para hacer eso, tendrán que hacer retroceder a sus activistas de fronteras abiertas, van a tener que hacer retroceder a su base. Y eso es lo que no están dispuestos a hacer”.

A falta de la solución obvia, los funcionarios públicos situados lejos de la frontera que ahora ven los males que la migración ilegal ha traído al país están buscando soluciones novedosas.

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, tiene varias demandas en los tribunales que espera que puedan ayudar, aunque la Corte Suprema rechazó la semana pasada su esfuerzo por obligar a Biden a restaurar la política Permanecer en México que tuvo tanto éxito en la reducción de la migración ilegal bajo el expresidente Donald Trump. .

El vicegobernador de Carolina del Norte, Mark Robinson, una estrella en ascenso en el Partido Republicano, habla cómo velerse de las antiguas leyes de propiedad como una nueva línea de ataque contra la administración de Biden.

"Existe una premisa en la ley de propiedad de que los dueños de propiedades pueden ser demandados bajo lo que se llama molestia atractiva", dijo Robinson. “Lo que la administración de Biden creó en nuestra frontera es una molestia muy mortal y muy atractiva. La frontera está abierta de par en par. Y ahora vemos a esta gente cruzando por estas nefastas razones para traer drogas, tráfico de personas.

"Si mantenemos esa frontera abierta, si la mantenemos sin seguridad, si la mantenemos sin control, vamos a seguir viendo tragedia tras tragedia, muerte tras muerte. La entrada a este país debe ser legal, y debe ser organizada. De lo contrario, esto crea  una molestia atractiva que causa muerte y lesiones".

Mientras tanto, a medida que se desata la acción legal, los expertos fronterizos con grandes megáfonos dicen que la misión más importante es educar al público estadounidense que las políticas fronterizas de Biden no son compasivas ni humanitarias y, en cambio, están creando una forma moderna de esclavitud y un rastro mortal de lágrimas.

“Los departamentos de la Patrulla Fronteriza y del alguacil local en la frontera han encontrado más inmigrantes muertos que en cualquier otro momento registrado”, dijo el ex comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza Mark Morgan. “Y no se informan. Dejaron de informar sobre las estos problemas el otoño pasado.

"Los informes no gubernamentales dicen que hasta el 30% de las mujeres jóvenes en su viaje son violadas y abusadas sexualmente. Tenemos cárteles, contrabandistas y, a veces, incluso padres que les dan a sus niñas píldoras del día después y píldoras anticonceptivas, porque esperan que van a ser violadas en el viaje... y de nuevo, no es necesario ser un experto en seguridad fronteriza o un genio para saber si aumenta la inmigración ilegal en un 400 %, acaba por aumentar en un 400 % la cantidad de mujeres que son agredidas y violadas sexualmente”.