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Frontera

Niveles de opioides en EEUU, "el peor de su historia", dice DEA

Los cárteles mexicanos vieron en la flexibilización de la frontera bajo el mandato de Biden una luz verde para inundar el país con fentanilo y otras drogas.

Noviembre 6, 2021 11:16pm

Updated: Noviembre 7, 2021 1:34am

En su última entrevista antes de abandonar su cargo como jefe de la División de la DEA en el Paso, Kyle W. Williamson, advirtió que la crisis de opioides provocada por los cárteles en EE.UU. es la peor que se ha producido desde que comenzó a trabajar en la agencia en 1991.

Su mensaje llega en un momento en el que los cárteles mexicanos que controlan la frontera sur de Estados Unidos inundan el país con fentanilo y metanfetamina y después de que la DEA emitiera una advertencia urgente de seguridad pública debido a la mortalidad de estas sustancias.

El alarmante aumento en la oferta de píldoras falsas con receta, que contienen dosis letales de fentanilo y metanfetamina, provocó la la primera de estas advertencias en los últimos seis años. 

"Es lo peor que ha pasado", dijo Williamson en una entrevista con el El Paso Times. "No hay buenas noticias aquí. Y la cantidad de metanfetamina y fentanilo que está entrando ahora mismo no tiene precedentes".

Su advertencia se realiza mientras los tiroteos de los cárteles en México se escuchan del otro lado del río, en las ciudades fronterizas con Texas. El cártel más poderoso, el de Sinaloa, controla la frontera sur desde California hasta el este de la región del Big Bend en Texas, aunque mantiene presencia en casi todos los estados mexicanos.

Bajo el liderazgo de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, se convirtió en la mayor organización de cárteles transnacionales (TCO, por su siglas en inglés) que durante al menos la última década controlan la frontera entre México y Estados Unidos.

Una vez que El Chapo fue detenido y encarcelado en EE.UU., comenzaron los conflictos internos en el grupo, mientras que las disputas con el Cártel de Juárez se intensificaron, ya que el último parece haber formado una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En medio de las continuas luchas internas, la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Arizona presentó el viernes acusaciones por tráfico internacional de drogas contra cuatro miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa, incluido el hermano de El Chapo, Aureliano Guzmán-Loera, según informó el Servicio de Inmigración y Aduanas.

El cuerpo de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional publicó fotos de los cuatro miembros del cártel, ofreciendo recompensas de hasta 5 millones de dólares por información que conduzca a sus arrestos y/o condenas.

"La violencia, la intimidación, el robo y los delitos financieros llevados a cabo por las TCO [mexicanas], los grupos criminales y las bandas violentas representan una amenaza significativa para nuestra nación", advirtió la DEA en su evaluación publicada en marzo.

"Las actividades delictivas de estas organizaciones que operan en Estados Unidos van mucho más allá del tráfico de drogas y tienen un impacto profundamente negativo en la seguridad de los ciudadanos estadounidenses. Su participación en el contrabando de extranjeros, el tráfico de armas de fuego y la corrupción pública, junto con los altos niveles de violencia que resultan de estos negocios delictivos, plantea graves amenazas a la seguridad nacional y preocupaciones de seguridad pública".

Durante 2019 y la primera mitad de 2020, dos iniciativas de la DEA dieron como resultado la confiscación de más de 28,000 libras de metanfetamina y millones de píldoras falsificadas que contienen fentanilo, y más de 2,600 personas fueron arrestadas, según el informe. 

Durante décadas, uno de los principales objetivos de los cárteles mexicanos fue la producción y el tráfico de marihuana y heroína y el envío de cocaína desde América del Sur hasta EE.UU.

Con la explosión de la adicción a los opiáceos en la última década, los cárteles descubrieron que el fentanilo y la metanfetamina eran más baratos y fáciles de producir, y por tanto las ganancias son astronómicas en comparación con otras drogas. 

Para producir heroína, por ejemplo, los cárteles necesitan tierras para cultivar amapolas y condiciones climáticas favorables. Necesitan agricultores y trabajadores que cultiven y corten las plantas, saquen la resina de opio y la procesen en un laboratorio para transformarla químicamente en heroína. Para crear metanfetaminas, los laboratorios tienen que estar en zonas remotas, montañosas o menos pobladas para evitar ser detectados por el fuerte olor de la producción.

Pero el fentanilo se importa en estado puro desde China a los puertos mexicanos de Lázaro Cárdenas, Manzanillo o Mazatlán, y sólo se necesita un fabricante de pastillas. En lugar de terrenos o laboratorios, los individuos pueden fabricar píldoras en sus propias cocinas -o en casi cualquier lugar- sin ser detectados. 

Quienes fabrican píldoras falsas de medicamentos recetados en México tiñen de azul las píldoras con un barniz de fentanilo para que parezcan como las píldoras por receta. En las calles, el fentanilo producido en México se conoce como "Mexican Oxy" o "M30s" porque en cada lado de la píldora se estampa un "30" y una "M". 

A los pocos meses de que el presidente Joe Biden flexibilizara los controles de seguridad en la frontera sur, las OTC mexicanas vieron luz verde para inundar el país con aún más droga.

En abril de este año, el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, en inglés) informaba de un aumento del 800% respecto al año anterior en la cantidad de fentanilo que sus agentes confiscaban tras detener a los contrabandistas de drogas.

En julio, el DPS había incautado suficiente fentanilo para matar a todas las personas de Texas y California juntas, lo que supone un aumento del 950% con respecto al año pasado, según las autoridades.

Más tarde, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que las fuerzas de seguridad habían incautado  suficiente fentanilo como para matar a todos los estadounidenses a través de la Operación LoneStar, una iniciativa que lanzó en marzo para combatir el aumento de la delincuencia a raíz de la relajación de los controles fronterizos de Biden.

En el año fiscal 2021, de octubre de 2020 a septiembre de 2021, los agentes de Aduanas y de la Patrulla Fronteriza confiscaron 11.201 libras de fentanilo, el equivalente a 2.500 millones de dosis, frente a las 4.791 libras confiscadas en el año fiscal 2020.

El fentanilo, un opioide sintético desarrollado originalmente por empresas farmacéuticas y aprobado por la FDA en 1968, es "aproximadamente 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína", informa la DEA.

Dos miligramos, el peso de un mosquito, son letales. Una cucharita contiene unos 5.000 miligramos, suficientes para matar a 2.500 personas. Una libra de fentanilo, o 453.592 miligramos, podría matar a 226.796 personas.

La DEA cita al fentanilo como el principal responsable del aumento de las muertes por sobredosis en Estados Unidos, así como del aumento de la violencia con armas de fuego. En 2021, la DEA decomisó más de 2.700 armas de fuego vinculadas con investigaciones de tráfico de drogas, un aumento del 30% desde 2019.

En 2019, la administración Trump consideró clasificar el fentanilo como un arma de destrucción masiva.